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LIBRO QUARTO DE LOS R EYES.
ci bus suis: Ing redimini , et per–
cu tite eos , nullus evadat. Per–
cusse runtque eos in ore gladii,
et proiecerunt mi lites et duces : et
1erunt in C ivitatem tem
pli
Baal,
26
Et protulerunt statuam
de fano Baal , et combusserunt,
27
Et comminuerunt eam.
Destruxerunt
quoque
aedem
Baal , et fecerunt pro ea latri–
nas usque in diem hanc.
28
Delelít itaque Iehu Baal
de Israel : •
29 Verumtamen
a
peccatis
Jeroboam filii Nabath, qui pec–
care fecit Israel , non recessit;
nec dereliquit vítulos aureos qui
erant in Bethel et in Dan.
30
Dixit autem Dominus ad
Iehu : Quia studi ose egi ti quod
r eétum erat , et placebat in
ocu~
lis meis , et
o¡:nr;Ji
gua
r
in carde
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~rael.
•
P3ra que las fieras
y
las aves los
de~
pedazasen ,
y
se los comiesen. Orros tras–
ladan :
Et proiecen mt se
:
y
salieron
a–
presuradamente ,
y
fueron ....
• Donde estaba el templo de Baal.
Esto
y
lo qu" se sigue parece deberse en–
tender
y
explicar en plural
;
de manera
que fueron por todas las Ciudades de
ls–
raél donde babia templos que de5truye–
roo , derribando
y
qucma.odo
las está–
toas de Baal ,
y
destinando aquellos Ju–
gares para uso
y
comodidad del público
en sus necesidades naturales. Lo que pa–
rece apoyarse con Jo que se dice en
el
v.
28.
qu&- exterminó enteramente de Is–
ra6l el culto de Baal.
'
Temiendo que si el Pueblo abando-–
llab~
el culto de los becerro¡
1
volvería a
"
I11jra xv.
o .
tadlos' ninguno se e ca
pe.
ra–
sá ronlos a fi lo
de e
pada. lo
!–
dados y los Capi tane , y lo· echa–
ron fu era • : y fuéron e a l, Ciu–
da d del templo de Baal \
26
Y saca ron Ja está tua del
templo de Baal, y quemáronla ,
27
Y reduxéronla
a
polvo.
Destruyeron tambien el
templo
de Baal,
y
lo conv irtiero n en lu –
gares inmundos hasta el diadc hoy.
28
A
í
exterminó J chú a Baal
de lsraél:
29 Mascontodo esono sea pa r·
tó
de los pecados de J eroboam hijo
de N abáth, que hiw peca
e
a
I
raél,
ni abandonó Jos becerros de oro
que estaban en Bethél y en D an
a.
30 Y
d ixo el Senor a J eh
ú:
Por
quanto has cumplido con zelo lo
qu
eta eéto
y
ag radable a mi
~<»s,
y
ha ex.ecutado todo lo que
yo ten ia en mi corazon con tra la
a
e
Ad b;
tus h ijos hasta Ja
rta generacion
4
se sentarán
sobre el
che
no de Israél.
la obediencia de
b
casa
de D.ovid.
h~rJ
fJisa polirica que
inrroduxo Jernboam,
fué causa de que se perdiesen
mucho~
de
sus sucesores. Jehú que no caminabJ con
un corazon reéto en el camino d.:l Señor,
dexó que continuase por miras e intere–
ses políticos una idolatría
ya
muy array·
gada , tao abominable como la que dc\–
truy6 ;
y
así
quedó en pie la raíz del
mal en medio de I sraél.
4
Estos fueron Joacáz,
Jo~s,
Jcro–
boam
y
Z acarías. ¡Vana
rccompen~J,
di\·
pensada
a un
hombre vano ,
qoc
no bus–
caba sino solos sus particul.ues inrer
es en
el cumplimiento de
la~
órdeues du Dios
l
Y por eso dixo muy bien
S.
Al,USTIN
L ib.
co>ur.
Mmd. np.
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ti
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