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LIBRO TERCERO DE LOS REYES.
26 Classem
quoque
fecit
Rex Salomen
in Asiongaber,
quae est iuxta Ailath in litto–
re maris Rubri , in terra Idu–
maeae.
27 Misitque Hiram in clas–
se illa servos suos, viros nauti–
cos et gnaros maris , curo ser–
vis Salomonis.
28 Qui(¡' cum venissent
in
Ophir , s€11nptum
inde aurum
quadrin~ntorum
viginti talen–
torum , detulerunt ad Regem
Salomonem.
1
Ciudad de la Iduméa , o de la
A rabia desierta en
la
ribera del mar
Roxo.
N1fmer.
XXX/JI.
35.
•
Los Marineros y los Pilotos.
3
MS.
3·
y
.
Ommu marea11tu
que
sabia11 la mnr.
4
Son nuchas
y
varias las opinio–
nes que
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In–
térpretes
antiguos no sin probabilidad
ponen a
óy
'r en el
S•
a , en )a Pe–
nínsula
de
:Malaca , dan o el nombre
de
Quersoueso de oro
a
la antigua Tapro–
banes , hoy conocida por Isla de Cey–
Ján , y a los Reynos de Siám , de Pe–
gú y de Be
ngala: Los Autores de esta
opi nion se
fi.món , en que en
todos
tiempos
los Ethíopes han hecho
un
grande comercio por mar con los de la
India : en qne se hallaban en estas tier–
ras
tod.•s las mercancías, de que vol–
vian cargados los navíos de Salomón :
y
en que el viage podia durar tres años.
Porque saliendo los navíos del mar Ro–
xo , costeaban la Arabia , la Persia
y
el
Mogól : despues rodeaban la Península
de la otra parte del golfo de Bengala,
tomaban diamantes en Golconda , iban
a
cargar oro
y
rubíes al Pegú , de allí
a
Sumatra , de donde volvian a subir Jo
largo del Quersoneso de oro hasta Siám,
donde hallaban los colmillos de elephan–
te. Pero los modernos en gran número
con el
Obispo
llUBT
se penuaden
¡;oo
26 Hizo tambien el Rey Salo–
món construir naves para una ar–
mada en Asiongabér ' , que está
cerca de Ailáth en la ribera del
mar Roxo , en tierra de Iduméa.
27 Y envió Hirám en esta flo–
ta sus siervos•, hombres inteligen–
tes en la náutica
3
y práél:icos de
la mar , con
los
siervos de Salomón.
28 Quienes habiendo navega–
do a Ophír
4,
tomaron de allí
q·uatrocientos y veinte
talentos
de oro
s
, y traxéronlos al Rey
Salomón.
mucho fundamento que
OpMr
era una re–
gion situada a 13 costa oriental del Africa,
y
que especialmente se toma por la tierra
de
Sophír
o
S'6phnla
a los veinte
y
un
grados de latitud austraL Que por nom–
bre de
Th.,rsis
se significan las costas oc–
cidentales de la misma Africa, y mJs par–
ticularmente las .üertas de España que es–
tán a la embocadura del rio Guadalquivír,
pafs de la antigua
Tarteso.
Que la nave–
gacion desde el mar Roxo
y
Seno Arábi–
go , costeando el Africa , y doblando el
cabo de Buena Esperanza hasta las colum-
n
s
de Hércules o
s
trecho , era muy
conocida de Jos
uos , como se puede
ver en PL!NI
'Lib.
11.
Cap.
LXVII.
y
otros Autores.
Y
por último que estas
regiones eran abundantes del oro muy pu–
ro ,
y
de los demas frutos que llevaban
estas flotas a
la
Palestina , como lo acre–
ditan
todos los Geógraphos antiguos
y
modernos.
lo dicho basta ahora para
nuestro propósito.
s
Que corresponden a mil trescien–
tas setenta
y
ocho arrobas
tres
libras
y
dos onzas. En el
Ir.
de los Para–
lip6m.
VIIt.
x8.
se lee la suma de qua–
trecientos
y
cincuenta
talentos. Puede
ser que Jos quatrocientos y veinte que
se dicen en el
Libro de los R eyes
,
fue–
sen en oro puro , y los treinta restan–
tes del
Lib. de los Paralip.
el impor–
te de
las otras preciosidades
y
cosas
raras que traían : o tambien que estos
treinta talentos
se consumiesen
en el
equipage
y
gastos de toda aquella flota.