CAP 1T U L O V 111.
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foris Sanél:uarillm ante Oraculum,
non apparebant ultra extriose–
cus , qui et fuerunt ibi usque in
praesentem diem.
9
In Arca autem non erat
aliud
a
nisi duae
tabulae lapi–
deae quas posuerat in ea Moy–
ses in Horeb, quando pepigitDo–
minus foedus cum filiis lsrael,cum
egrederentur de terra AEgypti.
10
Faétum est autem cum
exissent Sacerdotes de Sanél:ua–
rio
nebula
implevit
domum
Domini,
1
r
Et non poterant Sacer–
dotes stare et ministrare prop–
ter nebulam : impleverat enim
gloria Domini domum Domi –
ni.
12
Tune ait Salomon: Do–
minus dixit
b
ut habitaret in ne–
bula.
dice así :
Y hicierolt al:¡rgar 1;-rs barr.u,
y
u
dfxaron ver los cabos
d~
la• btrN"as
dadr el Santuario sobre
!.IS
hifces
eLO–
ráculo; mas
110
se dex ro
r í:les (!_a–
fuera.
Lo que .se · ter\'rcta en diversos
sentidos ; pero
el
qu
parece mas pro·
pio de este lugar es el
e se lee en el
Ir.
de los P aralip. v.
9·
Y descubrfan·
se drlmte
d~l
Oráculo los cabos de las
barras co1z que se llevaba el Arca
,
por–
que eran
1111
poco largas; mas el que es–
t.tba
1111
poco apartado háciafuera
110
las
podia ver.
'
LJs dificultades que se suelen mp–
' 'er, fundndas sobre el testimono de S.
PABLO
en la
Carta a los Hebréos
IX.
4·
se
pueden ver resueltas en dicho lugar.
•
Lo mismo se vió en el T abernácu lo
que consagró Moysés al Sei\or.
Exódo
XL.
:;z.
Esta nube o niebla era una señal
de la presencia de Dios en su Templo, y
una prenda de su proteccion sobre este
lugar,
y
sobre los que viniesen a invocar
en él su santo nombre. Estaba presente,
a
E xod.
XXXIV.
1.7. Hebraeor.
IX.
4·
T om. lll.
bos fuera del Santuario delante del
Orácu lo , ya no aparecían mas
por fuera , las que asf quedaron
allí hasta el dia de hoy.
9
YenelArcanohabiaotror
sino las dos tablas de piedra que
en ella puso Moysés en Horéb,
quando el Señor hizo alianza con
los hijos de lsraél, luego que
salieron de la tierra de Egypro.
10
Acaeció pues que luego
que salieron los Sac dotes del
Santuario la nube llen<J la casa
del Señor
2
,
r
1
Y los Sacerdotes no podían
estar ni atender a su ministerio
por la nube
3;
porque la gloria del
Señor había henchido la casa del
Señor.
12
Entónces dixo Salomon:
El Señor dixo que moraría en la
nube •.
pe~o
oculto ;
y
el mismiJ symbo)o qne le
ocultaba, daba claramente a entender que
estaba
<~llí
P'CSI!ote ,
y que
~odo
lo veía y
lo oía. El Hijo
de
.D~o
está presente en
nuestros Templos baxo del velo Eucarís–
tico , que le hace invisible a los ojos del
cuerpo ; pero el alma alumbrada de una
viva fe registra baxo de estas nubes mys–
teriosas una Magestad que la hace tem–
blar,
y
una bondad que la alienta y con–
vida a que se prepare para recibir los do–
nes de su gracia que tiene prevenidos pa–
ra derramarlos sobre ella con abundancia.
s
Los Sacerdotes sobrecogidos como
Moysés de un religioso temor , no osa–
ron entrar en el Santuario; enseñando al
mismo tiempo a los Ministros di! la nueva
Ley , que así como su dignidJd los acer–
ca mas que
a
los otros al lugJr donde re–
side la gloria del Señor , deben por esto
mismo mostrarse mas penetrados de res–
peto que los demas del Pueblo delante de
su
grandeza infinita.
+
Como puede verse en el
Ltvlt. xv
1.
2.
/¡
11.
P aralip.
VI.
1.
Vv2