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LIBRO SEGUNDO DE LOS·: REYES.
19 ¿Nonne ego sum quae res–
pandeo veritatem in Israel , et
tu quaeris subvertere Civitatem,
et evertere matrero in Israel?
¿quare praecipitas hereditatem
Domini?
20
Respondensque Ioab, ait:
Absit, absit hoc a me: non prae–
cipito neque demolior.
2 1
Non sic se habet res, sed
horno de .monte Ephraim Seba,
filius Bochri cognomine, levavit
manum suam contra Regem Da–
"tid : tradite illum solum , et re–
cedemus a Civitate. Et ait mu–
lier ad Ioab: Ecce caput eius mit–
tetur ad te per murum.
22
Ingressa est ergo ad om–
nem Populum, et locuta est eis
sapie ter: qui abscíssum caput
Seba filii Bochri, proiecerunt a.d
Ioab : e ill ceci it tuba , et
recesser~
t
a15 UTffi , nusquis–
que in a e nacula sua: I0ab au,–
tem reve us
€S
lerusalem ad
Regem.
23 Eait ergo
eab
super om–
nem exercitum Israel : Banalas
hubiera
ya
terminado felizmente , puesto
que Abcla era una de las Ciudades mas
pacíficas y fieles de I sraél. Se puede tam–
bien dar este otro sentido : Es un prover–
bio recibido , dixo esta muger , que el
que tenga que pedir un consejo consulte
a los sabios de que está 1lena la Ciudad
de AbeJa ;
y
este es un medio seguro de
rermin~r
felizmente los negocios. Si
ní
siguiendo eHe proverbio hubieras comul–
t ado ántcs <.le
ll~var
las cosas al extremo,
hubieras quedado contento con nosotros;
porque todas la' respuestas que aquí se
dan no tienen otra mira que la de esta–
blecer la fidelidad
y
la paz.
• La
muger habi.l
ea
llO!Ilbre de
tO•
n Supr.
VIII.
x6~
19 ¿Pues qué no soy yola que
doy respuestas verdaderas en Is–
raél ' , y tú quieres arruinar una
Ciudad, y destruir una
Metrópoli~
en Israél ? ¿por qué te afanas en
¡;lestruir la heredad del Señor s ?
20
Y respondió Joáb, dicien–
do: N unca,nuncajamas haga yo tal
cosa : no la destruyo ni demuelo.
21
La cosa no es así4,sino que
un hombre del monte de Ephraím
llamado Seba , hijo de Bochri, se
ha sublevado contra el Rey Da–
vid: en tregadnos a este solo , y nos
retiraremos de la Ciudad.Y d ixo la
muger aJoáb: Ahora mismo te se–
rá echada su cabeza por el muro.
22
Ella pues fué a donde es–
taba todo el Pueblo , y habló–
les con grande cordura; ellos cor–
tando la cabeza a Seba hijo de
Bochri,
~e
la echaron a Joáb : y
él tocó la trompeta, y se re tira–
ron de la Ciudad , cada uno a sus
pabellones: y Joáb volvióse aJe–
;rusalem en busca del Rey
s.
23 J0áb pues tuvo el mando
de todo el éxercito de lsraél
6 :
pos los vecinos de aquella Ciudad.
• Una de las Ciudades principales.
3
Una Ciudad de tanta considcracion
que entra en la heredad del Señor.
4
Como tú dices.
s Parece que DaviJ debía haber cas–
tigado a un hombre que respet.tb.t tan
poco su autoridad. Pero
el
servicio tan
importante que acababa de hacerle , le
obligó a disimular por algun tiempo. Fue–
ra de que si hubiera querido vengar la
muerte de Amasa , hubiera envuelto el
Reyno en nuevas wrbaciones , excita–
das por el resentimiento de Abisai , no
ménos violento que su hermano.
~
V éase el C:rp.
Yll!.
16. 17. 18.
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