CAP I TUL O X X.
3 Cumque venisset Rex in
domum suam in Ierusalem , tu–
lit decem mulieres concubinas
quas dereliquerat ad cústodien–
dam domum , et tradidit eas in
custodiam , alimenta eis prae–
bens: et non est ingressus ad eas,
sed erant clausae usque in diem
mortis suae in viduitate viven–
tes.
4 Dixit autem Rex Amasae:
Convoca mihi omnes viros lu–
da in diem tertium , et tu ade–
sto praesens.
5 Abiit ergo Amasa ut con–
vocaret ludam , et moratus est
extra placitum quod ei consti–
tuerat Rex.
6 Ait autem David ad Abi–
sai : N une magis affliéturus est
nos Seba filius
Bochri quam
Absalom: tolle igitur servos do–
mini tui , et persequere eu
, ne
forte inveniat Civitates
u i s,
et effugiat nos.
7 Egressi sunt ergo curo eo
viri Joab , Cerethi quoque et
Phelethi : et orones robusti exie–
runt de Ierusalem ·1id persequen–
dum Seba filium Bochri.
hasta Jerusalem: los de Israél le abando–
naron ,
y
se fueron a sus casas , a excep–
cion de un cuerpo de gente escogida que
siguió a Seba hasta la Ciudad de Abela.
'
David que no podía tratarlas como
esposas , no quiso tampoco repudiarlas,
en consideracion de que eran inocentes:
ni ménos que se dexasen ver en público,
para que su vista no perpetuase la memo–
ria de la infamia que cometió Absalóm en
sus personas. Las encerró en una casa se-
. parada , a donde nunca iba a visitarlas. A
las viudas
d~
los Reyes les estaba inhibi–
do en el Oriente el pasar a segundas bo–
-das ;
y
esto mismo se praél:icó en España.
3 Y habiendo llegado el Rey
a su casa a J erusalem , tornó
las
diez mugeres
conc~:~binas
que ha–
bía dexado para guardar la casa,
e hízo!as encerrar , suministrán–
doles los alimentos : y no se a–
cercó mas a ellas , sino que es–
tuvieron encerradas hasta el día
de su muerte viviendo como viu–
das
1
•
4 Y dixo el
R~
a Amasa:
Hazme venir a todos los de J u–
dá dentro de tres días, y tú taro–
bien estarás presente
2 ,
5 Fué pues Amasa a convo–
car a los de J udá , y tardó mas
del plazo que el Rey le había
señaládo.
6 Y dixo David a Abisai:
Ahora Seba hijo de Bochri nos
ha de hacer mas mal que Ab–
salóm : toma pues los siervos de
tu señor-3, y ve en su seguimien–
to, no sea que halle Ciudades
fuertes ,
y
se nos c:lsca
pe.
7 Salieron pues con él las gen–
tes de Joáb
4,
tambien los de Cere–
thi
s
y de Phelethi: y todos los va–
lientes salieron de J erusalem para
perseguir a Seba hijo de Bochri.
Co11cil. Tolet.
XITr.
C.
111.
Tal era el
respeto que se
teni a a las cosas propias
del Rey aun despues de su muerte.
• Da..,id cansado ya de la altanería e
insolencia de Joáb , había prometido a A•
masa el mando de sus tropas;
y
ahora le
da sus órdenes con la mira de cumplirle
la palabra.
3
Que unos entienden de David ,
y
OtrOS
de Joáb.
4
De los que con Jo:íb habian com–
batido contra Absalórn.
s Que eran los que guardaban
la
per–
sona del R ey , y habian dado tll1tas
pruebas de valor y de fiddidad.