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EL APOCALYPSIS DEL 'APOSTOL S. JUAN.
CAPITULO XXI.
Fin
y
estado dichoso de los buenos
,
y miserable de los malos despues
del juicio. Descripcion de la Celestial J f!rttsalem , Esposa del Cor–
dero. D ios es su Templo
;
el Cordero su Sol. En ella 110 hay 11oche,
tJi
entra cosa que no sea pura.
Et: •
vidi Caelum no–
vum et terram novam. Pri–
mum enim Caelum et prima
t erra abiit , et mare iam non
esr.
2
Et ego loannes vidi san–
étam Civitatem Ierusalem no–
varo descendentem de Caelo a
Deo , paratam , sicut Spoll('arn
ornatam viro suo.
3 Et audivi vocero magnam
de Throno &.icentem : Ecce ta–
bernaculum D ei curo homini–
bus , et habi!abit cum eis. Et
ipsi populus eius erunt; et ipse
Deps cum eis erit eorum Deus:
4 Et • absterger Deus om–
nem lacrymam ab oculis eorum:
"
• En este Capítulo
y
en el siguiente(..
hace S. J uan una descripcion de la Ig1e–
sia Triumphante en el Cielo. E l Cielo
y
la tierra no serán nuevos en la substancia,
.sino en la qualidttd ; porr(._ue no
e~tarán
sujetos a las (\Iteraciones
y
conúnuas
mue
danzas que ahora vemos en ellos. S. Au–
cusT.
de Civil. Dei Lib. xz. Cqp. x¡;r.
, En el original no se leen Tas
pala–
bras que dan principio a este verso.
3
La
I glesia Tcinmphame se
llama
J erusalem
,
por
la pcrfeéh
y
eterna
paz
de que gozara:
nueva ,
por la nueva glo–
rificacion de los cuerpos :
qu~
dr.rcendia
dd Cielo...
porque de él trae su orígen,
y
porque todo don perfeélo desciende del
Padre de las luces ;
y
el adorno
y
belle-
l;r
1
~l.
vi un Cielo nuevo
y
una ti l: ra nueva '. Porque el
primer :::ielo y la primera tier–
r~
fuér nse , y la mar ya
no
es.
\
2
Y
y;p
Juan • ví la Ciudad
santa ' ,
l~erusalem
nueva , que
departede JiosdescendiadelCie-
1\J, y estaba ermoseada, como una
E sposa 'ataviada para
S.\j
Esposo.
3 Y oí u a g ra.ode voz del
Throno+ ,que \ecia: Ved aquí el,.
<tabernáculo de
~ios
con los hom–
bres
s
,
y
morará / n ellos. Y ellos
serán su Pueblo; '· el mismo Dios
en medio de ello será su Dios:
4 Y limpia
t
Dios roda lá.:.
g rima de los o '
)S
de ellos
6
:
y
za qlle se
regist~a
cu esta Celestial Esposa
1
es el que corresponde
a
una E sposa
que
el Padre prepara para su Hijo Jesu Chris–
to
en
calidad de Esposo.
Y
rambicn des–
cendía , porque ya todosdos escogidos
no
t
compondrán mas que
una
I glesia Trimn–
phanre acabado el <.'tirso de los tiempos.
4
T. Gr.
¡K.
7Y
Ve9trW,
del Cielo.
s
AJos Judíos les
dió
el Señor
el
Ta–
bernác~
y
el Templo;
L evit.
x
xv1.
1
r.
pero a los Christianos les da a Christo
vesridp de carne ,
y
perm:mcce con no–
sotros en la Santísima Eucaristía ;
y
aua
mas en
el
Cielo reunidos todos los justos
formarán un solo
y
verdadero Pueblo de
Dios,
que le 31abará para siempre.
6
Porque despues del juicio final go-
11
Isai. .z..zv.
17.
~~LXVI.
21.
Ii.Petr.III.
13.
b I sni.
x~y.
8.
S11prn. VII.
17.
(