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EL APOCALYPSIS DEL APOSTOL S. JUAN.
ex utraque parte fluminis lignum
vitae, aíferens fruétus duode–
cim , per meases singulos red–
d~ns
.fruétum suum , et folia li–
gni ad sanitatem Gentium.
3
Et omne malediétum non
erit amplius : .sed sedes Dei et
Agni in illa erunt, et serví eius
servient illi.
4
Et videbunt faciem eius:
et nomen eius in frontibus eo-
rum.
5 Et • nox ultra non erit:
et non egebunt lumine lucer–
nae neque lumine Solis ; quo–
niam Dominus Deus illumina–
bit illos , et regnabunt in sae–
cula saeculorum.
6 Et dixit mihi : Haec ver–
ha fidelissima sunt et vera. Et
Dominus E>eus spirituum Pro–
phetarum misit Angelum suum
ostendere servís suis quae opor-
de una
y
otra parte del río ' el
árbol de la vida
z
,
que da doce '
frutos
3 ,
en cada mes su fruto,
y
lás hojas del_árbol para sani–
dad ·de las Gentes.
3 Y no habrá allí jamas mal–
dicio>~
•: si no que los Thronos de
Dios~
del Cordero estarán en
ella,
~-
sus siervos
s
le serv.irán.
4
Y
verán su cara :
y
su
nomb e estará en las frentes de
ellos.
5 Y allí no habrá jamas no–
che
6
:
y
no habrán menester
lumbre de candela ni lumbre
de Sol ; porque el Señor D ios
los aluml;!rará ,
y
reynarán en
' los siglos' de Jos siglos.
<
6
"'I
díxome : Est¡J.s palabras
son muy fieles
y
verdaderas
1.
Y
el Señor
Dio~de
los
e~ piritus
de
<·
los Prophetas
Fió
su Angel, pa·
ra mostrar a
s
1
siervos las cosas
~ ·
' Por las dos riberas de este rio , qu\:
es imitado de EzEQ. xt..v n. 7· se
figuran
Jos hombres beatificados
y
los Angeles.
2
J esu Christo,de quien
SALOMON
eo
nombre de la
Sa~duría
P ro7Jerb. r
Ir.
18.
dice :
E ste e.s el árbol de la 1.1ida , paY-a
todos los que se
nuu
de
ü.
3
Estos doce frutos se entienden , co–
mo lo explican los I ntérpretes , o de las
doce Tribus , a las quec...continuab:t Dios
comunicapdo liberalmente sgs
graciaso
o
ú
de los doce Apóstóles,
y
de sus Succeso–
res , que habiendo sido regades
CC\:1
las
agua:, saludables de este rio , que salia del
Santuario , alimentaron
y
curaron las N a–
ciones con' sus buenas obras , que eran co–
mo Jos
frzitos
de estos santos árboles ,
y
con sus palabras , que podian mirarse co–
mo b.s hojas. Todas estas expresiones
fi–
-saradas sirven solamente para darnos a
entender la grandeza inefable de Ja felici–
dad que gozarán los Bienaventurados en
n I sai.
LX.
2~.
(
el
Cielo~
quando
¡·can
el Ser de
Dios.
4
l:>orque
f.-¡Jta
i.
cnter:nncntc
la
cau–
sa , que eS' el pecado.
5
Los Santos estarán siempre delante
de D ios
y
del Cordero ,
a
quien
darán
011
culto
eterno.deamor;
y
serán felices
po~
Ja vision bcatHica ,
y
por el glorioso
titu–
Jo de siervos de D ios, que llevarán escri–
to sobre
la
frente. Esta es una alusion que
aquí se hace a la
1:\mi~
de oro que lleva–
ba
el
Pontífice, en la qual s.e veía escrito:
Santidad al SeñtÑ. Exod. xxv r
Ir.
36.
6
Con este verso da fin a la dcscrip–
cion Qc la Celestial Jerusalem que habitan
los
Sa~os.
R esta la conclusion del Libro.
7
El que habló en otro tiempo a ro–
dos Jos Santos Prophcras,
y
les dió el es–
píritu de propbecía , este mismo re ha re–
velado estas cosas que son certísimas ,
y
muy dignas de que se comuniquen a
los
ficJes pau
alenr:~.rlos,
y
a los infieles para
atemorizarlos
y
excitados a su conversion.