;
(
810
EL APOCALYPSIS DEL APOSTOL S. JUAN.
14
Beati ·qu\ 1avant stolas
suas in sanguine Agni ; ut sit
potestas eorum in· ligno vitae,
et per portas intrent in Civita–
tem. .
LS Eoris canes et venefici
et impudici et homicidae et
idolis servientes et omnis qui
a mat et. facit mendacium.'
r6,
Ego lesus misi Angelum
rneum , ·testificari vobis haec in
Ecclesiis. Ego sum radix et ge–
nus· David , stella splendida et
rn'atutina.
17
Et Spiritus .et Sponsa di–
c_unt: Veni. Et qui audit di–
cat: Veni. Et qui sitie ,-veHiat •:
o
I
los que han conservado
la
gracia
quc...rccibicron en el Bautismo , o que la '–
llan
tepar:tdo
con
lágrimas
de penitencia,
y
que por ene medio
han
adquirid? la
n•1reza
del alma
por
el
mérito
de la San–
gre de Jcsu Christo. ..En el T. Gr. se lec
,u.cu:Je,toc
~j
m,Y,1t'
T~S
C..To.o\.XS
a:UTW,
bi~n
n7J~1lfur:rdos
los que ltaceu sus mauda–
mimtos.
Cuyo sentido es el mismo.
2
No
entr~án
en ella los persegui–
dores de la Iglesia, los falsos Apóstoles,
Jos
Hereges , y todos los enemigos de
la
Íglcsia que perseVeran en su mal estado.
l
Los hypócritas , calumniadores...
Ninguno de estos tiene.parte en el·Rey–
no de Jos Cielos.
l ·
~
e
4
Por 'eStaS pabbtas 'se ve que elCAu–
tor de este Libro es el mismo Jesu Chris–
to, el qua!· l1izo que su Ap6.fiol
IN
escri–
biese para instruccion de todas las Iglesias.
s
Yo segun
la
naturaleza divina, soy
la
raiz
y
principio
de
David,
y
no solo
de David, sino de todos ; porque por mí
son , se mueven
y
vi\'en los hombres;
y
segon
b.
humana
,
hijo
y
descendiente de
David. Otros lo explican todb de la natu–
raleza humana.
Yo
soy el renuevo , des–
cendiente
y
heredero
de
David
;
esto es,
el verdadero .M.essías prometido por los
Prophctas
,
y
como tal vengo a restablc-
4
[,sni.
LV.
r.
14
Bienaventurados los que
lavan
s.u~·vestiduras
en la sangre
delCordero
1
,paráque tengan par–
te en el árbol de la vida,
y
que en–
tren por las puertas de la Ciudad.
15
F~era
los perros •
y
los he–
chiceios
y
los lascivos
y
los homi–
cidas~¡
los que sirven a ídolos
y
todo : que ama
y
hace mentira'·
16
1
YoJesusheenviadomiÁn–
~el,para
daros testimonio de estas
cosasenlaslglesias•.Yosoy la raíz
y
ellinage de David
s ,
la estrella
resplandeciente
y
de la mañana •.
Ir[ '
Y el Espíritu
y
la Espo•
oSá'
díéen·:'Ven. Y el que lo oye
diga
:~V
ea. Y el que tiene sed,
"
ter su Reyno , a hacerlo glorioso en el
Ciclo
y
en
la
tic ·{a.
Soy la estrella rcs–
Eiandcciente de
la
~
aii.ana , que os
anun~
cio el día claro de a eterna tClicidad
,
y
que con mi Resurr ccion os he hecho ver
lo que dcbeis esperar
,
y
qu11 es
b lu.x
que debe
seguirse{.
a
la noche en que al
presente vivís.
Ca~.
u.
28.
y
v.
5.
6
MS':
E matimrl. Nmn.
zxvi
I.
r¡.
y
ZACARIAs vr. 12.
Luc.
1.
78.
7
El
Espíritu Santo
y
la
I~lcsia.
El
Espíritu Santo qpc ruega en los JUStos con.
gemidos inefables , Jos hace
suspira~
c;on-–
tínuameme esperando el cfeél:o de la a–
dopcion divina que los librará de la cor–
rupcion en gue se
ha~a.n
, para
qu~
parti–
cipen de
la
liberi?d '"de la gloria de ros lli–
jos de Dios , que el Salvador les adquirió
por el preCio de su Sangre. La Iglesia
SUI
.Esp~a,
alentada por el mismo Espíritll
DiYino, aspira
a
esta misma gloria, y ·Jia..
ma sin cesar a su Esposo, para unirse con
él por'toda una eternidad, diciendo co–
rno la EspoSa de los
Catztaru
VI
r.
1 1 ..
Ven
,
amru:lo mio.
Todas los que oyen en
Jo
íntimo del corazon esta voz del Espí–
ritu Sattto, dicen con
una
sama impacien..
cia :
St!ñor
,
flmga a nos el tu &yno.
~fATTH.
VI. 1,0.
El
mismo Señor
llenG
de bondad
y
de misericordia
,
convida a