CAPITULO XI.
27 In his autem diebus su–
pervenerunt ab Ierosol
y
mis Pro–
phetae Antiochiam :
28 Et surgens unus- ex eis
nomine Agabus, significabat per
spiritum famem magnam fu–
turam in universo orbe terra–
rum , quae faéta est sub Clau–
dio.
29 Discipuli autem , prout
quis habebat, proposuerunt sin–
guli in ministerium mittere ha–
bitantibus in ludaea fratribus :
30 Quod et fecerunt , mit–
tentes ad Seniores pcr manus
Barnabae et Sauli.
y
con la gracia que :1llí se nos dá por:
C hristo. Antes fueron llamados
discfjmlos,•
creymtes
,
!termmzos.
Y
este nuevo nom–
bre les fué dado coranc a
b.
predjccion
de
! sAJAS LXV.
q .
para quitar la distin–
cion de J udío
y
de Griego. En tiempo
de Ncroo eran
ya
conocidos en Roma
y
!Jamados Christianos los que hacían la
prof~sion
de la
Ley
de Christo , a quien
los Romanos llamaban
Chresto,
de
xe-~ú,
dulce,
Sllll7Je ;
porque como ignoraban la
causa de llamarse Christo , creyeron ser
Cltruto
su nombre , por la suavidad de
costumbres que notaban en sus discípulos.
V éase
MAMACH.
Ant. Chr.
T. r.
C.
r.§.; .
E s comun
semencia de los Santos Padres
con S.
JUAN
CRRYs6sTOMO, que S.Pedro
fundó por este tiempo en. u ioquía , Me–
t r6poli de
la
Syria , una Iglesia compuesta
de los Judíos convertidos ,
y
que
13.
gober~
n6 por siete años con
el
nombre de
Cá-
1/udra.
' De este se habla tambien en el Cap.
:XXI. JO.
Se
cree que esta hambre
fué
la
que sucedió en
e
laño quarto delImperio de
Claudia
1
y
el quareota
y
quatro de Jesu
C hrisro.
2
Jlor inspiracion.
3
T. Gr.
".Sti~ag~~ ,
Cesar.
•
4
Estos er¡1n pobres , ya porque ha–
blan yendido sus bienes
y
llendo
su prc-
27 Y en estos días descen–
dieron de J erusalcm a Antioquía
unos Prophetas :
28 Y levantándose uno de
ellos , por nombre Agabo ' , daba
a entender por
el
espíritu • , que
habia de haber una grande ham–
bre por todo el mundo : esta vi–
no en tiempo de Claudio ' ·
29 Y los discípulos , cada uno
segun sus fgcultades , resolvieron
enviar algun socorro a los herma–
nos que moraban en la J udéa •:
30 Lo que executaron , en–
viando a los Ancianos
5
por ma–
no de Bcrnabé
y
de Saulo.
cio a los pies de los Ap6stoles para que
fuese distribuído a todos sus hermanos , ya
tambien por la persccucion C)le se movió
en la Judéa contra los fieles en la muerte
de S. Estevan
,
en la que se cxecuraron
grandes violencias contra todos los que
profesaban la fe de Jesu Christo.
s
A
los Apóstoles ,
u
otros principa–
les Ministros de la Iglesia , que tcnian
cui~
dado de asistir a los D iáconos
,
a quienes
tocaba particularmente emplearse en estos
cx..-=icios de caridad. El Texro Griego lec
Presbyteros
,
que tambien significa An–
cianos ; pero en la Iglesia empezó desde
ahora a usarse de este nombre
y
ministe–
rio , el qua!
a
los principios se daba
a
los
Reétorcs de las
I~Jesias
, fuesen Obispos,
Presbyteros o Diaconos ; y luego dcspues
se cmpczaro¡¡..-t disrilfguir
y
caraélerizar
con este nombre de
Pasbyteros
aquellos
Sarerdotes
de
segundo órdcu
inferiores
a
Jq¡
Obispos ,
y
superiores a los Diáconos;
los qua/es en las Iglesias mayores eran el
brazo derecho del Obispo ,
y
junto con él
componian
el
Smado Eclesiástico
;
y
en
Jas Iglesias menores hacian de cabeza ,
y
eran los
Rec?ores
de ellas
1
y despues se
llamaron
P árrocos.
Creen muchos Intér–
pretes , que por motivo de la persecucion
no habia quedado en Jeruulem ningune
de los Apóstoles.