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EL APOCALYPSIS DEL APOSTOL S. JUAN.
mortuorum i udica ri , er redde–
re mercedem servís tuis Prophe–
r is et Sanél:is , er timentibus no–
men ruum pusillis et magnis,
et ex terminandi eos qui corru–
perunt terratn.
19 Et a pertum est Tero–
plum Dei in Caelo : et visa est
Arca testame oti eius in Templo
eius, et faél:a sunt fulgura er
voces et re rrae motus et gran•
do m agna.
t
Esto es , el
SanE/a ·s aullorum
del
Ciclo, la mansion de los Bienaventurados:
y
-v{
~1
Arcade/ Testameuto,
quiere decir,
Ja
Humanidad gloriosa de mi Señor J esu
Christo , o tambien el cuerpo t.mysti–
co del mismo Christo , que es
ta'
Igle–
sia u iumphaqte , o la Congrcgacion de
(' "
de ser juzgados los muertos ,
y
de dar el galardon a rus siervos
los Prophecas
y
los Santos ,
y
a
los qiw remen tu nombre, peque–
ños y g ra ndes , y de extermi nar a
los que inficiona.ron la tierra.
19 Y abrióse el Templo de
Dios en el Cielo ' :
y
el Arca d e
su testamento fué vista en su
T.em–
plo ,
){
fueron relá mpagos
y
vo –
ces •
y
terremoto
y
grande pe–
drisco.
Jos Santos glorificados en el Cielo.
2
T . G r.
~
eut1..;,
y
truenos.
Todo
este
apara~
y
estruendo de voces
y
de
_..rruenos...
q
'!
oy6
S.
J uan despues de es–
" Ira vision, m; nitiesran la terrible indigna–
cien de <f>ios, dispuesto ya
l..
Y armado pa–
ra el último exterminio de 'Tvs impíos.
·,
CAP 1 T u <L O XI .•'}
··'
lína muger vest ida del S ol
,
que dá a luz un hijo.
'i!;¡
dragon arras–
tra con. su cola la tercera pat·te de las estrellas del Cielo. Combate
de los .Angeles buenos
y
malos.
E l
dragon
es
precipitado del Cielo
a la tierra
:
persigue a la muger
,
.:y
vomita contra ella como un
rio de agua.
p
~
l.
I
~
s1gnun:1 mag num ap-
paruit
in
C aelo : Mulier ami–
él:a Sole, et Luna sub pedibus
eius , et in ca
pite'·
eius
corona ~..,.
stellarum d uodecim : "
.,
11
Un portento muy extraordinario.
" E sra muger es la $anta I glesia , se–
gun la exposicion de S.
AGUSTIN ,
que
debe
ser
la señal o blanco
en
donde todos
Jos fieles deben fix3r sus miras. Se· dice
qu~
apareció eu el Cielo
;
porque nuesrra
morada ha de ser en el Cielo ,
y
todos
:ut'r~~:o~~c:~};,:Z"~:~v!;s:;:~, ~~~~~;
(
J:
Y
apareció en el Cielo
una grande señal ' : Una muger
cubierta del Sol, }'la Luna deba–
xo de sus pies,
y
eR" su cabeza una
corona de doc.¡: estrellas • :
cr
est. P hilip.
11
r .
20 .
La Iglesia está co–
bierra del Sol ; porque
Jesu
Ch.risro "'er–
dadero Sol de Justicia , la viste,
la
rodea,
Ja adoroa ,
y
todos los fieles en
el
Bauris–
mo se revisten de J esu Christo.
G alat.
r
1
r.
1
7.
Tiene
la
L una debaxo de su.s
pies
;
porque desprecia todas las cosas
temporales
y
caducas sujetas a mucbnza.
L as doce estrellas que adornan su cabez:a,