CAPITULO XI.
, 4
Hi sunt duae ollvae , et
duo candelabra , in l!'onspeél:u
Domini terrae stantes.
5 Et si quis voluer4 eos
nocere , ignis exiet de ore eo–
rurn , et devorabit inimicos eo–
rum : et si quis voluerit eos
lacdere , sic oportet eum oc–
cidi.
6 Hi habent potestatem clau–
dendi Caelum , ne pluat
~iebus
p rophetiae ipsorurn: et potesta–
tem habent super aquas conver–
tendi eas in sanguinern , et per–
cutere terrarn omni plaga quo–
tiescumque voluerint.
i
7 Et cum fin ierint'· tcstime–
niurn suum , be stia q• ae aseen-"'
dit de abysso , faciet aduersum
eos
bellu~
et vincet illos, et
occidet eos.
i;"
· 8 Et corpora¡ · eorum iace- '
bunt in piareis ·· ivitatis mag–
nae , quae voca • r spiritualiter
, Que
comunicar:í.n13
gracia
y
un–
cion del .Espíritu Santo ,
y
alumbrarán a
Jos hombres con los e mplos de sus vir–
tudes
y
buenas obras. Son palabras del
C,yp(tufo
J V.
de
~3CARIAS,
hablando de
Z orobabcl
y
de Jesus , hijo de Josedcc.
2
T. Gr.
i~tneuítT~
,
.ra/~.
Saldrá de
:su boca la palabra de Dios, encendida co-–
mo un fuego que
e:
1fundirJ.
:t
sus contra–
rios,
y
coridenad. sus obras
y
doéhina.
lJJ.ccalusion a
la
hist6\'ia de Elías.
I V.
R t'g. r. 3· Ecclt'S.
:.LVTJT.j.
Y emcndi~
do litcr.llmentc,
obr.uin
los mismos
y
ma–
JOrl!s
mibgros , que en otro tiempctEií:ts
y
~toy~és ,
Minis.¡_ros
y
Prophetas de Dios.
J
Con el fuego que saldri de su boca,
esto es , con
el
fuego qu..: por sus or:tcio–
ncs baxar.l del Cielo ,
y
:tcab:tr.icon los
que
prctt:nd.mhacerles :1lgun daño ,
o
quit:un oponérsclcs ;
y
qued:u.inconfun–
<lidos
~on
el
fuese
y
eiic~ciJ
de
la
Divina
ll:llabr;¡ que preterid. su cloqiicncia.
4
E :t,·od.
v I I.
9·
Estos tcndrin contra
Tom. Il.
4
Estos son dos olivos, y dos
candeleros, que están delante del
Señor de la tierra ' .
.
5 Y si alguno les quisiere da–
ñar , saldrá
2
fuego de la boca de
ellos , y tragará a sus enemigos:
y
si alguno les quisiere hacer da–
ño , es necesario que tambien él
sea muerto
3 • •
6 Estos tienen poder de. cer–
rar el Cielo, que no llueva en los
días de la prophecía de ellos :
.y
tienen poder sobre las aguas de
convertirlas eñ sangre, y de herir
la tierra con toda suerte de pla–
gas, quantas veces quisieren •.
7 Y quando acabaren su tes–
timonio
5
,
lidiará contra ellos
una
~estia
que sube del abys–
mo ,
y
los vencerá , y los ma–
tará.
!)
,
8 Y los cuerpos oe ellos ya–
cerán
6
en las plazas de la gran–
de Ciudad, que es llamada espiri-
el
Antcchristo el mismo poder Para hacer
milagros , que
tu\'O
J\lloysés en Egypto
contra Phar:10n.
,
s
Luego que hubic¡Qn cumplido
su
Jilnistcrio de predicar
la
pcnirenci:t ,
y
de
anunciar
el
Juicio que el
Se~va
a
ha–
cer de todo
el
mundo ,
la
bestia que sube
del
infierno,
esto es ,
el
Anrechristo , que
por su crueldad
~frá.
como
un:t
ñera ,
y
-"qut¡, por su
~berbia
querrá ser adorado
como solo
y
verdadero Dios ; poseído
y
agitac:Y:> de los demonios ,
a
quienes ofre–
cerá su culto , descarg:td su furor contra
los dos testigos , les declarará
la
guer–
ra, y últimamente les har.l quitar la vida,
permitiéndolo
así
D ios , para premiar su
constanci:t
¡
y
para que logren una cum–
plida ,,iltoria ,
y
la confusion de sus ene–
migos sea manifiesta , los vedo resucitar
y
subir triumphanres al Cielo.
.
6
l aubmzt .
No se lec en el Griego,
y
se
d"
a entender que los cuerpos
de
los
.Mirtyres
ti:J.i~~rin
sin scpulru,.,