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EPISTOLA DEL APOSTOL SANTIAGO.
18 Volunta rie enim genuit
nos verbo veritatis .,
ut si–
mus initium aliquod creaturae
eius.
19 Scitis , fratres mei dile–
él:issimi. Sit autem omnis ho–
rno velox ad audiendum ; tar–
dus autem ad loquendum , et
tardus ad iram.
;
20
Ira enim viri iustitiaro
Dei non operatur.
21
Propter quod abiicientes
omnem immunditiam, et abun–
dantiam malitiae, in mansuetu–
dine suscipite insitum verbu!Il
quod potest salvare animas ve-
stt·as.
1
•
22
:~_Estote
autem faOOres ver–
bi et ,,n auditores tantum, fal–
lentes ·
~e
tipsos.
y
vienen a los hombres todos los bienes
t::lnto naturales como sobrenaturales : con
lo que se refuta el error de los Simooi–
tas. EsTIO.
Otros Intérpretes
creen que
Clitas
palabras
se
dirigen
conu·a
algunos
Hebréos , que dando al libre alvedrío ma.s
fuerza de lo
%1C
era justo , creían por
Uil
error muy gl"oscro , que el hombre por
EÍ
solo podia resistir a la concupisc&tcia,
y
cumplir la Ley sin necesidad del socor–
ro de la gracia.
CoRN.ELJO A
LAPIDE.
En el texto Griego
~ TU?t'íi~ ~'lrCI<Tx.iavJ«',
en donde la v
~
, significa
vuelta,
couversion
,
tomada
hora
del
Sol,
quando vuelve de un
otro; en
lo que debe notarse ,
qu
q
~
el
Sol
se 2ccrca mas
a
nosotros , hace tant
c–
nor sombra ; y tanto mayor quanro mas
se aparta :
y
así dice , que , D ios no
hay
mudanza ,
ni
esta alterna
~a
cenú–
nua de mayor o menor sombra
.q ·
expe–
rimentamos por el Sol.
'"
Por voluntad , no por nccesida: ! ,
'J.
Por medio de
la
fe en su Unigén ,...
Verbo , como una porclon separada d
toda la masa del género humano , para
que
le
fuese consngrada , como le eran las
prit:nicias en tiempo Qe la Ley. Los Grie-
18 Porque de su voluntad r
nos )'la engendrado por palabra de
verdad
2
,
para que seamos como
primicias de sus criaturas.
19 Vosotros lo sabeis ' , her–
manos mios muy amados. Por es–
to todo hombre sea pronto
4
pa–
ra oír
s ;
pero !lardo para hablar,
y
tardo para ayrarse.
20
Porque ira de varon no
engendra justicia de Dios
6 •
2
r Por tanto desechando to–
da inmundicia, y a bundancia de
malicia
1 ,
recibid con mansedum–
bre la palabra
~u
e ha sido ingeri–
da en vosotros , y que puede sal-
/ v a r vuestras ánimas.
~
Sed pues hacedores de pala–
bra
9
y no oidore •an solamente,
engañándoos a vosotros mismos.
gos interpretan
fa
palabra
~.:mp,:t~"
,
Tob&
'1f'po57'df,
~
7t¡ ..
,u~rA~s,
los primeros
y
mn~
dignos de
lionro1.
3
Nuestro Tntérprete lee
1~
,
sabt:Ú
que es
verdad
lo que digo
;
pero
en
Jos
cxcmpl:l.rcsGriegos que tenemos ahora se
lee
¿;'i\ :
y as[ , anwdos llermmzos mios,
todo
/10mb
re
sea
prouto
par.~
oir...
4
MS.
Agucioso
para
oir,
e
tardinero
p m·afablar.
s El que ha de aprender , debe oit'
con mucho silencio lo que se le enseña.
L os discípulos dCK.. Pyth:ígoras permane-
~~~~a~i~~i~m~é::nse
os
Pr:~. ~:~v
!llí.il!ll••
2 ] .
y
X
'XI.Jt.
2 0 .
6
Es contraria a lo que Dios nos
man~
para
que seamos justos y agr.tdables
us divinos ojos.
7
Est:~.s
son en el alma como las espi–
nas
y
malas yerbas , que ahogan la pala–
bra que se
ha
sembrado
en ella ,
y
la im–
piden crecer
y
fruétificar.
8
Por los Ministros
y
O perarios EvaG–
gélicos , obrando ¡ambicn la gracia.
•
9
No
basta oir
la
palabra dcl.Evange–
p
9
para creerla , es necesario praéticarl.l
y
o·
·dccerla.
.MATTH. Y lL
24.Rom. r
J ,
1,3 ..