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ADVERTENCIA
SOBRE LA EPÍSTOLA CATHÓLICA
DEL APÓSTOL SANTIAGO.
L as siete
Cartas
qoe se siguen se
llaman
cohlUnmente
Caihó/ica.r
;
porque
na
s~
dirigen a alguna Iglesia o persona particular , como las de San Pablo a los Roma...·
nos; a los Corínthios , a T ito , a Philemon... sino a todos los Judíos convertidos
que estaban derramados por diversas Igle!'ias
y
Provincias , o geileralmente a todo9
los Pueblos Christianos. Y aunque la segunda
y
tercera de San Juan fueron escritas
a personas particulares ,
y
no puede dárseles el nombre de Carbólicas en el sentido
que llevamos explicado ; esto no o15stanté- encierran baxo del mismo tírul , por..
que van comprehcndidas en un n - mo Libro :
y
así '!ablando en rigor, de. as sicre
n~
hay sino
cit.~
que sean Cathólicas. Algunos Latinos las han llamar'
Cmzóni–
cas
,
o confundiendo este nombre con el
-*
Cathólicas ; o para dar
cmder que
cntr.m en el Cánon de
0
las Sagradas Escrituras del mismo modo -;as de San PabloJ
o porque abrazan las principales reglas de las costumbres de la vida Christiana.
E l Autor de la presente es Santiago , hijo de Alphéo
y
de María Cleophas , her'"'
Ihana o prima de la Madre del Señor , que para distinguirle del otro
San~iago
hijo do
Z ebedéo, se llama el
.111euor
;
o en estilo de Jos Hebréos
d herntmzo del Señor.
Es–
te mereció por su señalada
y
eminente virtud ser elegido el primer Obispo de }e""
_. rns,1lcm , y se ganó un concepto tan grande P!J sus raras ptendas /',que aun loa
mi5nl.OSJudíos infieles no le conocían por otro nombre qoe por el del
Ju.sto.
Jo–
sepho • hace un magnífico elogio de su virtud
1
y
atribuye , segun Eusebio , a
la
injusta muerte que
Jv
dieron los Judíos , los trabajos
y
miserias en qUe se vió en-
,¡ji-~Mt'
a
su
~1 ~rincipalmente
le
p~rsigui6
fu
s o Anás
,
hijo de
aquel otro de quien se habló en el Evangelio. Hab'l.l
techo subir a la parte
tnas
elcv:~da
del Templo , los Escribas
~séos
le preguntaron
,
qué era lo que
semi_a acerca de Jesu Christo. Y
cot~
respondiese, · Jesus es H ijo de Dios, que
está sentado a la derecha del Padre, de dohde ven?.
~
un dia a juzgar a Jos vivo9
y
a los muertos. No pudiendo sufrir esta gener a confesion aquellos furiosos
y
crueles enemigos de Jcsu Christo ;
le
precipitaron desde
lo
alto :
y
miénrras que
rogaba por sus perseguidores
,
por
1
·
Autiq.
Lib.%~.
Cap.
VI II#
Tom. U.
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