CAPITULO III.
4 Omnis namque domus fa–
bricatur ab aliquo: qui autem
omnia c reavit Deus est.
5 Et Moyses quidem fidelis
erat in ta ta domo eius tamquam
fhmulus , in tcstimonium eorum
q uae dicenda erant:
6 Christus vero tamquam fi.
l ius in domo sua : quae domus
su mus nos, si tiduciam et glo–
riam spci usque ad finem fir–
m am
retineamus.
7 Quapropter sicut dicitSpi–
ritus Sanél:us • : H odie si vo–
cem eius audieritis ,
8 N olite obdurare corda ve–
stra , sicut in exacerbatione, se–
cundu m d iem tentationis in de–
serto,
9 U bi tent¡¡lverunt me •pa–
tres ves
tri ,
probaverunt , et vi–
derunt opera mea
1
Como si dixcra : Moysés es sola-
• mente una piedra fundamental o una par–
te
d<:
esta
c.tS!'l , n1:1s no
el Arquitcéto;
porque lo es Dios que crió todas b.s co–
S.IS,
y
tambicn a Moysés ;
y
por aquí se
"é
b
infinita
disuncia
que
hay de Moysés
a Christo. Fucr:t de que M.oysés era un
:Ministro o un
cri::~do
fiel de quien se valia
D ios p.u.t
comunicar sus
órdenes
.~1
Pue–
blo ;
m.lsJcsu Christo como
el
HIJO
n.uu– T.lle
igu.tla
su Padre , tiene
una
autori–
dad soberana sobre su casa ,
o
sobre su
I glcsi>. Asi los SS. PP.
y
Thcólogos.
• T.
Gr.
o: ,
d~
'"
quar:
que la com–
ponemos , o a
l.t
quJI pertenecemos noso–
tru.,
cnmo discípulos de Christo
;
y
no
ya
l.t Syn.
1gog.t,CU)
a
.tutorid,ld pasó a. la
lgle~
:;ia ,
fund~11..l.t
por el
mist.noJcsu Christ0...-
3
Con tJI
que
conl~semos
con cons–
tJ.nci.t
a
J~o¡u
Christo, haciendo alarde
y
glori.tn~lono!>
de
la firme esperanza que
tcncmru en
él.
Gloria dr"
¡,,
t:spt>rmrza;
Hchr.ti<¡mo ,
t'SI'('r.m:a dr"
f..r
glori.-z
, o
t~h;gre
(·sprr.mz.r
segun
el
te:<t~
Griego.
a
'Ps.1lm.
~CJ V.
S.
4 Porque toda casa es edifi–
cada de alguno : mas el que ha
criado todas las cosas es Dios
5 Y Moysés a la verdad fué
fiel en toda la casa de Dios' como
un siervo, pa ra testificar aquellas
cosas que se habian de denunciar :
6 Mas Christo como Hijo en
su casa propia : la qual • casa so–
mos nosotros , con tal que tenp;a–
mos fi rme la confianza y la glo–
ria ' de la esperanza hasta el fin.
· 7 Por lo qua!
4 ,
como dice el
Espirito Santo : Si oyereis hoy
SU VOZ.
S
1
'
8 N o qucrais endurecer vues–
tros corazones , como
en la irri–
tacion
6
,
en el dia de la tenta–
•cion en el
desierto,
9 En donde me tentaron
vuestros padres , hicieron prue–
~a
7 ,
y vieron n¡is obi1
8
4
Y así puesto que Christo es Cabeza,
Apóstol
y
Pontífice, oid su
voz
y
su doc–
trina. No le irriteis, so pena de no entrar
en su reposo , como aquellos Israelitas
no
entraron
en
la tierra prometida.
s
El
di:t de la
Scmoprgia
o
de los
Tabernáculos , en
el
que ca• aban los He–
bréaJ este Psalmo. El Apóstol aplica des–
pues en el
f.
1
J.
esta palabra
/Joy
a todo
el
tiempo de la vida preseme.
6
En
Raphidim,
Exod . .rv
11.7.
quan–
do el Pueblo de Dios viéndose falto de
agua ,
se alborotó y -.umuró contra Dios
y
contra
Mo~ ,
y por esta razon Moy–
sés llamó a aquel lugar
tmtaciou
e
irrita–
d on. Tentncion ,
porque el J>ueblo dudó
del poder di\•Íno :
irriflrriou,
porque le–
vantó el grito, murmuraodo contra
la
con–
duét:a de M.oysés , que se irritó y
llenó
de
saña. Otros Jo aplican
a
otros sucesos del
desierto , como son los que se refieren en
los
Nmner.
rrv.
'1.J
xx.
IJ.
7
Dud.tndo de mi poder.
a Las grandes maravilbs que por es-