EPISTOLA DE S. PABLO A TITO.
14 Qui dedit semetipsum pro
nobi s, ut nos redimeret ab om–
ni iniquitate , et mundaret si–
bi populum acceptabilem, se–
étatorem
bonoru r~
operum.
rs
Haec loquere, et exhor–
tare et argue cum omni impe–
rio. Nemo te contemnat.
reconocen todos los Padres Gricgbs
y
La–
tinos : por lo qua! aquellos Inrérpretes,
que lo entienden de
D ios P
adr~
,
se a–
part:m
del
comun sentir de los
P~dres.
Todo el contexto prueba , que deben re·
fcrirsc: a
J
CS\J
Chri~to.
1
.MS.
R t:cebidero.
La paiJbra Griega
::ne,.&'01oY ,
.que S.
GERÓNYMO
dice no ha–
llarse en otra parte que en las Sagradá-j
Escrituras ;
y
que
fué
invenr~da
por
los
14 Que se di6 a sí mismo por
nosotros , para redimirnos de to–
do pecado,
y
purificarnos para sí
como pueblo agradable ' , que
praél:ica buenas obras.
15
Predica estas cosas,
y
ex–
horta
y
reprehende con toda au–
toridad •. N adie te desprecie.
Lxx. unas veces significa
agradablr: ,
y
Otras
peculiar
,
]Jropio.
2
Con
todo imperio ,
no de suerte que
se persuadan que obras con
un
poder ab–
soluto , sino como
L~gado
de D ios ,
y
en
su nombre. Tu conduéb. sea tal , que ha–
ciendo todos de
tÍ
el mayor aprecio.
respeten
el
ministerio que cx:erces,
y
sa–
quen fruto de tus instrucciones.
1 .
Ti–
mot{;.
J V.
12.
~"
C A P 1 L U
L
O I
II.
S u•nisioa a los Prfncipes. E fusion de la gracia de J em Christo. Ap¡¡_
carse a las buenas obras. Huir de disputas
JI
del trato de los He- –
.-eges declarados.
1
Ádmone illos Princi–
pibus et" Potestatibus subdi–
tos esse , diél:o obedire ; ad
omne opus bonum paratos es–
se:
2
Neminem blasphemare,
non litigiosos"
ess~;
sed mo–
-destos , omnein ascendentes
mansuetudinem ad omn,es ho-
mines.
3 Er a mus enim
t!o et nos insipientes
aliquan–
incre-
r Repite el
A
p6stol
la
necesidad de
obedecer a los Príncipes
y
1\obgistrados
temporales por causa de algunos Judíos,
disc1pulos de Judas Gaulonüa , que
eua
1
Ámonéstales que estén
sujetos a los Príncipes
y
a las
Potestades ' : que les obedezcan:
que estén prevenidos para toda
obra buena:
2 ·
Que no digan mal de nadie:
que no
se~
pendencieros
2
;
si–
no modestos , mostrando toda
mansedumbre a todos los hom–
Jlres.
3 Porque nosotros en algun
tiempo éramos tambien necios
3•
sediciosos ,
y
perturbaban a mucha parte
del pueblo Christiano.
S.
G.ERÓNYMO.
2
MS.
E non uer barágic-gos.
3
Como si di.xeca: es'tos 1n6cJes, que