LOS HECHOS DE J;-OS APOSTOLES.
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Cum autem esset plenus
S piritu Sa néto , intendens
in
C aelum, vid it gloriam D ei·, et
l csum stantem a dextris Dei.
Et ait : Ecce video Caelos a–
perros , ct Filium hominis stan–
tcm a dextris Dei.
56 Exclamantes autem voce
magna continuerunt aures suas,
et impetum fecerun t unanimi ter
in eurn.
57 Et
eiicientcs eum extra
Ci vitatem lapida bant:
et
testes
deposuerunt vestimenta sua se–
cus pcdes adolescentis , qui vo–
cabatur Saulus.
58 Et lapidabant Stephanum
in vocanrem et dicentcm : D ornii·
ne Jcsu, suscipe spiritum mcum.
59 Positis autem genibus
ciamavi t voce magna , dicens:
D omine
~
ne
s~a tuas
illis hoc
pecca tum. E t cum hoc dixisset,
obdormivit in D omino. Sau–
lus autem crat consentiens neci
eius.
1
.Esto es , una luz sobrenatural ,
y
en medio de ella a Jesu Christo a la
diestra de D ios su Padre , participante
de su T hrono e
L,perio~
aun en qu:mto
JJOmbrc , y pronto para socorrer a los su–
yos:
y
esto significa
estnr eu pie.
2
D.mdo a entender , qu<! no podían
sufrir oir una blasphcmia.
"-
3
Como a hlasphemo.
" Los testigos eran los que debían ti–
rar las primeras piedras contra
el
culpado.
L (•tJit.
I' J:Jv.
r4.
D rutu.
x v 11.
7· '{es-
1:os testigos , para poderlo hacer con
ma–
·yor
desembarazo
y
mas
:1
su satisf:tccion,
se despojaron de
la
ropa,
que
los estorba–
ba,
y
se
Lt
di:ron a_a:uardar
a
Saulo.
Es–
té ,
como él nmmo atm'Aa ,
G alat.
1.
i 4.
55
Mas como él estaba lleno
de E spíritu San to, mirando al C ie–
lo, vió la gloria de Dios ',
y
a J e–
sus que estaba a la diestra de Dios.
Y dixo: H e aquí y o veo Jos Cie–
los a_biertos ,
y
al Hijo del hombre
que está en pie a la diestra de D ios.
56 Mas ellos clamando a gran–
des voces cerrarnn sus orejas \
y
todos
de un
ánimo arreme–
tieron impetuosamente contra
él.
57 Y sacándole fuera de la
Ciudad apedreábanle ' :
y
los
testigos
4
pusieron sus ropas
a
los pies de un mancebo , que se
llamaba Saulo.
58 Y apedreaban a E stevan
que oraba y decia : Señor
J
e–
sus~
recibe
mi espíritu. ·
59 Y puesto de rodillas •
0
clamó en voz alta , diciendo : Se–
ñor , no les ilai)utes este
peca–
do
6 •
Y quand"ó esto hubo d i–
cho , durmió en el Señor. Y
Saulo era consiente de su muer–
te
7 •
se hallaba a la sazon lleno de zclo por
el
J udaísmo ,
y
po•
las
tradiciones de
sm
?a–
dres. Por est dice de
(1
S.
ACllST..
r
d~
Snnll.
Sam. cccxv.
Cap.
V Il,
c:uc e:-t -:.>ta
Ocr!.sion hizo mas que
los
mismos
que
apc–
dre:•ban a S. Estevan; porque guard:indolos
Ja
ropa , concurria en cierro modo a heric
3
este Santo
M~nyr
por las manos de
to–
dos los
que
le apedreaban.
s
MS.
Fiucndos los ltinojos.
~ S.AGUST. d
~Sanll.Si'rm.cccLxxxrr.
Cap.w.
no duda afirmar, que la conversion
de
Saulo fué
el
frmo de esta excelente ora·
cion
de
S.
E~tevan.
7
E sro!lo (¡/timas
p:~bbr:~s
se
h:~llan
en
el T cxto Griego al principio del capítulo
¡iguienre.
·