CAPITULO
VII.
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48 Sed • non excelsus in ma–
nufaétis habitat , sicut Prophe–
ta dicit :
49 Caelum • mihi sedes est:
t erra autem scabellum pedum
meorurn. ¿Quam dornurn aedifica–
bitis mihi, .dicit Dominus? ¿aut
quis locus requietionis meae est?
50 ¿Nonne manus mea fecit
haec omoia?
51 Dura cervice et incir–
cumcisis cordibus et auribus,
vos scmper Spiritui Sanéto re–
sistitis ; sicut patres vestri, ita
et vos.
52 ¿Quem Prophetarum non
sunt persecuti patres
ves~ri?
Et
o_cciderunt eos , qui praenun–
tiabant de advcntu Iusti , l!uius
vos nunc proditores et homici–
dae fuistis:
•
53 Qui
acc~stis
Legem in
dispositione Angélorum, et non
custodistis.
. 54 1\udientes autem haec
dissecabantur cordibus suis , et
stridebant dentibus in euro.
1
Porque la presencia de un Dios in–
menso no puede ser comprehendida en un
Templo material. El Gr.
i)'
XHfO~lh;IS'
""oi' ,
en Twplos /¡echos de mano.
2
Despues que Esrevan hizo ver a los
Judíos en la ingratitud
y
d~obcdicncia
de;
sus padres una viva imágen de la suya,
mostrándose superior a todas las amenazas
y
castigos que podia temer, se vuelve de
repente a ellos ;
y
con esta apóstrophe lle–
na de vehemencia
y
de fuego , les hace
ver que son hijos verdaderos
y
legítimos
de aquellos antiguos l sraelitas;
y
que así
como sus padres habian perseguido a
los
Prophctas por haberles descubierto l:ts lla·
gas
de
su corazon corrompido
,
y
habian
}¡echo morir a muchos
que
les anunciaban
11
l nfr.
XVI
r.
:24.
48 Pero el Altlsimo no mora
en hechuras de manos ' , como
dice el Propheta :
49 El Cielo es mi silla : y la
tierra estrado de mis pies. ¿Qué
casa me fabrica réis, dice el Se–
ñor? ¿o quál es lugar de mi re–
poso?
so
¿No hiw mi mano todas
estas cosas?
51 Duros de cerviz', e incir–
cuncisos de corazones y de orejas,
vosotros resistís siempre al E s–
píritu Santo ; así como vuestros
padres , así tambicn vosotros.
52 ¿A quál de los Prophetas
no persiguieron vuestros padres?.
Ellos mataron a los que anuncia–
pan la venida del Justo, del qual
vosotros ahora habeis sido trai–
dores y homicidas:
.
53 Que recibisteis
1!!
Ley por
ministerio de Angeles , y no la
guardasteis.
'
54
1\1
oi r tales cosas se des–
pedazaban en sus entrañas ,
y
cruxian los dientes contra
él.
Ja venida del Justo
,
esto es
,
de
Jcsn
Christo , Cabeza
y
Príncipe de todos los
justos ; de la misma manera ·ellos faYore–
ciendo
y
solicitando la traicion de
J
ud3s,
habian entregado y quitado
Ja
,·ida
a
este
mismo Justo, obligand.'> a Pilato a que le
condenase.
Par~ce
que
S.
Estevan fué in–
terrumpido aquí
¡or
los Judíos , o
que
por Jo ménos leyo en su semblante
la
du–
reatt: y resistencia que oponían a las \'er–
dades que les dccia.
Circu11cidar
el
co–
razon.
es
arrancar de él todos los malos
deseos.
Circuncidar !trs orejas
es tenerlas
cerradas
a
todo aquello que no es la ver–
dad. Los Judíos tenían
el
corazon lleno
de
pasiones ,
y
los oídos abiertos
a
la
fal–
sedad
y
a la
mentira.
/;
b ai.
L"XVJ.
I.
•