48
LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
6 Intendebant autem turbae
6 Y las gentes escuchaban
his quae a Philippo diccbantur,
atentamente lo que decía Phelipe,
unanimitcr audientes , et vidcn- oyéndole de un ánimo,
y
vien-
tes signa quae faciebat.
do los milagros que hacia.
7 Multi enim eorum , qui
7 Porque muchos de los que
habebant spiritus immundos, cla·
tenían espíritus inmundos, salían
mantes voce magna exibant.
dando grandes voces.
8 Multi autem paralytici
8 Y muchos paralyticos y
et claudi cu rati SUJ1t.
coxos fueron curados.
9 Faél:um est ergo gau-
9 Por lo qua! hubo grande
dium magnum in illa Civita- gozo en aquella Ciudad. H abía
te. Vir autem quidam nomine
allí un varon por nombre Simon,
Simon , qui ante fuerat in Ci- que ántes había sido mago ' en
vitate magus , seducens gentem
la Ciudad , engañando las gen-
Samariae , dicens se esse ali- tes de Samaria , diciendo que él
qucrn magnum:
era una gran persona:
10
Cui auscultabant omnes
ro Y dábanle oídos todos,
a mínimo usque ad maximum,<- desdec"l menor hasta el mayor;
dicentes : Hic est virtus D ei,
diciendo : E ste es la virtud de
quae vocatur magna.
];)íos, que se llama g rande
2
•
r r
Att~ndebant
autem eum,
1
r Y le atendían, pues había
propter quod multo tempore ma- mucho tiempo
~
con sus artes
giis suis dementasset eos.
mágicas los
t~nia
fuera de sentido.
rz
Cum vero credidissent
12
Mas habiendo creído lo
Philippo evangelizanti de Re- que Phelipe les predicaba del
gno D ei, in nomine lesu Chri- Reyno de Dios , bautizábanse
sti baptizabantur viri ac mu-
en el nombre de Jesu Christo
Jieres.
hombres y mugeres '·
13 Tune Simon et ipse e&-
13 Simon entónces creyó él
didit : et cum baptizatus es- tambien : y despues que fué bau-
set , adhaerebat Philippo. Vi- tizado , llegóse a Phelipe •. Y
~.-._;
'
Era
encantad~r
, C}Crcicndo una
Mágia diabólica , con la qual pcrsuadia a
Jos Samariranos quanto queria.
'
Esro es , segun la cxposicion de
l~s
Padres , el V
~::rbo
y
Ja
p..1bbra de Dios,
su Christo , su sabiduría
y
su soberano
poder.
l RHN.
Lib.
I.
Cap. xx.
T ER
TUL.
de P rnescript. Cap.
XLVI.
3
Ya dexamos notado en otro lugar,
que por cstJ) palabras :
En d nombre de
J esu Christo
,
se debe entender :
E u vir–
tud de J esu Christo
,
o segun la jf)rma
que J esn
C!Jristo
instituyó,
y
que mandó
a
sus Ap6stoles que guardasen, quando
Jd~
mm1strascn el Sacramento del Bautismo;
esto es ,
m el nombre del Pndu
,
J'
dd
H ijo
,
y dt'l Espfritu
Santo.
4
Siguiéndole
y
escuch:íodole , como
sigue un discípulo a su Maestro. Casi to–
dos los Padres que han hablado del
b:~.u
tismo de Simon dicen , que le recibió con
un
cor:~.zon
de hypocresía ;
y
buscando
su propio interés ,
y
la vana estimacioa
de los hombres , mas bien que la santidad
y
justicia de vida,
a
que
le
obligaba
1:t
pro–
fesion de
laFe
que
habia
abrazado.
l REN.
Lib.
I.
Cnp. xx.
CnRYs.
ad Popul. Ho-–
m{l.
LI.
AucusT.
in Iomm.
Trnll.
vi.
.,