LOS HECHOS DE LOS AP(')STOLES.
ut ascenderet ·, et sederet se–
cum.
32 Locus autem Scripturae,
guam legebat, erat hic ' : Tam–
guam ovis ad occisionem duél:us
est ; et sicut agnus corarn ton–
dente se sine vocc, sic non ape–
ruit os suum.
33 In humilitate iudicium
eius sublatum est. ¿Generationem
eius guis enarrabit , quoniam
tolletur de terra vita eius?
34 Respondens autem Eu–
nuchus Philippo , dixit : Obse–
cro te , de quo Propheta dicit
hoc ¿de se, ande alio aliquo?
35 Aperiens autem Philippus
os suum, et incipiens a Scriptur:¡¡
ista , evangeli1.avit illi l esum.
36 Et dum irent per viam,
venerunt ad quandam aquam, et
ait
Eunuc~,us
: Ecce aqua , ¿quid
prohibet me bapthari ?
37 Dixit autem Philippus:
Si credis ex toto corde ,
Jic.et.
que no entiende lo que lee ,
y
que nece–
sita de uno que se lo explique. Y el Señor
le
envia a Phclipe para que le
descu~\1
a
J esus , que se ocultaba baxo los velos de
la letra. Para que cntendais , añade esre
Sanro , por este cxcmplo , que no podeis
entrar en la inteligencia de los Libros Sa–
grados sin guia,
y
sin que alguno os mues-
tre el camino.
(;
1
Porque despues de
l~ber
sido con–
denado ,
y
despues de haber muerto ig–
nominiosamenre, resucitó glorioso. Otros
traducen :
F ué quitad."t su coudenadrm;
esto es, en los abatimienros que sufrió vo–
Junrari:unenre fué revocada la sentencia
de muerte
dad:~.
contra él ; porque libre
de
la
muerte
y
del sepulcro resucitó glo–
rioso para nunca mas morir.
'l
MS.
Tirada será.
3
¿Quién podrá jamás hacer penetrar"
a l sai.
LI I r .
7·
pe que subiese ,
y
se sentase
con él.
32 Y el lugar de Ja E scritu–
ra que leía era este : Como ove–
ja
fiJé
llevado al matadero ;
y
como cordero mudo delante del
que le trasquila, así él no abrió
su boca.
33 En su humildad su juicio
fué ensal1.ado '. ¿Su generacion
quién Ja contará, porque quita–
da • será su vida de la cierra ' ?
34 Y respondiendo el E unu–
co a Phelipe, dixo: Ruégote, de
quién dixo esto el Propheta, ¿de
sí mismo, o de algun otro?
35 Y abriendo Phclipe su bo–
ca,
y
dando principio por esta
Escrj,tura, le anunció a Jesus.
36 Y yendo por
el
camino,lle·
f¡arona un lugardondehabia agua,
y
dixo el Eunucq: He aquí agua,
¿qué impide que'}:o sea bautizado?
37 Y dixo Phelipe: Si crees
de todo cora1-on , bien puedes •.
al cspídru humano
,
que aquel que fué en–
tregado así a
la
muerte , es el Hijo eterno
de Dios? O tambicn ¿quién podd contar
los hijos que engendrará Dios por su gra–
cia despues que ha_ya sufrido
la
muerre?
4
Creer en D1os
y
en Jcsu Christo,
no es asentir simplemente a las verdades
de la Religion , sino amar esras verdades:
desear ardienr!trncnte recibir el fruto de
la
~uerte
y
de la Resurreccion de Jesu
Clmsto por el don de la justicia : esperar
este don de sola la misericordia de D ios
con fume confianza fundada únicamente
sobre los méritos del Redentor : asirse de
Dios con un amor sincéro
,
y
con resolu–
cion de observar su Ley. Todo esto se en–
cierra en la fe que pide Phelipe al Eunuco
ámesdc bautizarle;ycsta es la fe que
pr~
fesan todos los Chrisrianos quando reci–
ben el bautismo,