LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
28 Et erat cum illis intrans
et
exieris in lerusalem , et
fi~
ducialiter agens in nomine Do–
mini.
29
I.oquebatur quoque gen–
tibus , et disputabat cum Grae–
cis : illi autem quaerebant occi-
dere eum.
·
30 Quod cum cognovissent
fratres , deduxerunt. eum Cae–
saream , et dimiserunt Tar–
sum.
31 Ecclesia quidem per to–
tam Iudaea m et Galilaeam et Sa–
mariam habebat pacem , et ae–
dificabatur ambulans in timore
Domini , et consolatione Sanéti
Spiritus replebatur.
•
32
Faétum est autem ut Pe–
trus dum pertransiret universos,
deveniret ad sanétos, qui habi–
tabant Ly<l.dae.
33 Invenit autem ibi homi–
nem quemdam, nomine AEneam,
ab annis oéto iacentem in graba–
to, qui erat paralyticus.
34 Et ait illi Petrus : AEnea,
sanat te Dominus Iesus Chri–
stus : su rge , et
sterJ;~e
tibi. t;t
continuo surrexit.
r.
Viviendo
y
convers:mdo con ellos.
Es un hebraísmo.
~
2
Estos Griegos eran
Ju~s ,
que co–
mo dexamos dicho , habi:m nacido en Pro–
vincias donde se hablaba el Griego.
3
Que esraba en el camino de la Cili•
cia. Le enviaron a Tarso su patria , para
que cmrc sus parientes , conocidos
y
ami–
gos estuviese ménos expuesto a las ase–
ch:-.nzas de
los
Judíos.
4
T. Gr.
"'¡
~Er c'Ci~ &x.>cMa-i~,
y
aque–
llas Iglesias.
Y
así vi
continuando en
el
plural. Babia
ccs:~.do
la
pcrsccucion ,
y
po~:
esro los
A
y 6srolcs comenzaron a po–
JlCr
en buen orden rodas bs
~os:~s.
Y así
28 Y estaba con ellos en J e–
rusalem , entrando
y
saliendo ',
y
hablando con confianza en el
nombre del Señor.
29
H ablaba tambien .con los
Gentiles ,
y
disputaba con los
Griegos • : y ellos trataban de
matarle.
30
Y
quando lo entendieron
los hermanos , acompañáronle
hasta Cesaréa
3 ,
y
enviáronle
a
Tarso.
31 La Iglesia entónces
4
te–
nia paz por toda la Judéa
y
Ga–
Jiléa
y
Samaria ,
y
se propa–
gaba caminando en el temor del
Señor , y estaba llena del con–
suelo del Espíritu Santo.
32•
Acaeció pues que visi–
tando Pedro a todos
s
,
llegó
a
~s
santos que moraban en Ly–
da.
33 Y h alló
ü
un hombre,
por nombr<! Eneas, y había ocho
años que yatcia en un lecho, por–
que estaba paralytico.
34 Y d íxole Pedro : Eneas,
el Señor J e¡ :u Christo te sana: le·
vántate,
y
ltazte la cama
6 •
Y en
el momento se levantó.
se aumenraba
e~ .-~da
día mas el número de
los fieles ,
y
en stos crecia rambien el co–
nocimiento de
l.
1
verdad
,
la piedad
y
el
amor de unos co •n otros.
5
S.
Pedro , como Cabeza a quien
el
Señor principaln tenrc habia encargado el
cuidado de su rcl Ktño en cumplimiento de
su ministerio , 1 Ué visitando las Iglesias
que habian funda. jo los discípulos en di–
versos lugares;
y
· dando las providencias
correspondientes a fin de conservarlas
y
aumenr:~.rlas
, ord .enaba Obispos,
y
desri..
naba Minisrros qu e las gobernasen mas de
cerc:t.
"
Que alzase por sí mismo
b
c:tm:t