508
EPISTOLA
l.
DE S. PABLO A TIMOTHEO.
nus sine ira et disceptatio-
ne.
9
Si mili ter • et mulieres in
h abi tu ornato, cum verecundia
et sobrietate ornantes se , et non
in tortis crinibus aut a uro aut
m argaritis vel veste precio–
sa ·
~o
Sed quod decet mulieres,
promittentes pietatem per ope–
ra bona.
1
r
Mulier in silencio dlscat
cum omni subieétione.
12
D ocere • autem mulieri
non permitto , neque dominari
in virum ; sed esse in silen–
tio.
13 Adam' enim primus fot–
m atus est , deinde H e:7a :
I
4 Et • Adam non est se–
duétus , mulier autem seduéta
in
pr~aricatione
fuit.
15 Salvabitu r autem per
fi–
liorum generationem, si perman-
Con pureza de conciencia. J-Iace a–
lusion a la costumbre de los primeros
Christianos
,
que quando oraban , levan–
taban las manos hácia el Cielo ;
y
ram–
bien a la de los Judíos , que se l=uraban
las manos ántes de orar.
~
Con un corazon libre de toda pa–
sion , de ira, de odio o de venganza.
3
Porque Jcsu Christo ha muerto tain..
bien por ellas
i~ualmenre
que por los
hombres.
~
·
4
MS.
E u apuesto nlhto.
s
T . Gr.
<t.p;vpi~,
plata.
6
Cotéjese esta
doéhina
del 'Apóstol
con los abusos
y
excesos escandalosos
que tocamos en nuestros tiempos en
el
adorno supérfluo de las mugeres,
y
de
no pocos hombres que las imitan.
7
l'úblicamenre en la Iglesia.
r. Co–
rintll.
XI.
5·
y
XIV.
34·
I . P etr. r r r. 3·
b
I.
Coriut/1. x
I
v.
34·
tando las manos puras ' sin ira
ni disension
2
•
9 A sí mismo oren las muge–
res
3
en trage.honesto •, atavián–
dose con modestia y sobriedad,
y no con cabellos encrespados
s
o con oro o perlas o vestidos
costosos
6 ;
10
Sino como corresponde a
mugeres, que demuestran piedad
por buenas obras.
1
r
La muger a prenda en si–
lencio con toda sujecion.
12
Pues yo no permito a la
muger que enseñe ' , ni que ten–
ga señorío sobre el marido
0
;
si–
no que esté en silencio.
13 Porque Adam fué prime–
ro0formado , y despues Eva :
14 Y Ada m no fué" engaña–
do • , mas la muger fué engañada
en prevaricacion
1 0
•
15
Esto~_no
obstante, sa lvarsP.
ha por los hijos, que dará al mu -
8
T. Gr.
~J't
d.Ü.3w?t'iv
kvJ'f5~" ,
ui usur–
p arse la autoridad de marido
,
subirse a
mayores ,
y
alzarse con
Ja
autoridad
y
mando que corresponde al hombre.
9
Inducido en error por el
d~mo
nio.
10
D esobedeciendo a D ios. El demo–
nio , conociendo que el hombre era mas
prudente , no dirigió a él sus primeros
tiros
,
sino que engañ6 primero a la mu–
ger. E l homHre pecó despues , no por
sc–
duccion, sino por complacer a su mugcr.
Y
así Eva dixo :
la urpiente me engañó;
pero Adam :
la muger me dió la manza-
'"
11n.
La muger que tenia menores luces,
y
era mas flaca
,
pudo ser mas facilmen–
te sorprchendida :de donde concluye S.
P AB,LO ,
que no le toca a ella enseñar al
J10mbre , ni tener dominio sobre él.
T
HEODOR ETO.
e G enes. r.
27.
cf
Gmc..
II
r.
6.