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414

EPISTOLA DE S. PABLO A LOS EPHESIOS.

lis , et quae in terra sunt , in ;, así las que hay en el Cielo,

coma

ipso :

en la tierra , en él mismo:

,

1

r In quo etiam et nos sor-

1

r E n el qual fuimos tambien

te vocati sumus, praedestinati

J

llamados por suerte' , predesti-

secundum propositum eius qui

nadas segu n el decreto de aquel

operatur omnia, secund um con- que obra todas las cosas ",segun

silium voluntatis suae:

\ el consejo de su voluntad:

12

Ut simus in laudem glo- ·

12

Paraqueseamosenloorde

riae

ei~s

nos

?

qui ante spera-·

1

_

s~

gloria nosotros, que

~ntes

ha-

V1mus

10

Chnsto:

·,brarnos esperado en Chnsto ' :

13 In qu.o et vos , cum ·., 13 En el qua! tambíen voso-

audíssetis verbum veritatís, E-

t.ps

4 ,

quanclo oísteis la palabra

va ngelíum salutis vestrae , in

d ,. a verdad,e!Evangelio de vues-

quo et crecientes signati es- tra ;alud;

y

habiendo creído en él,

tis Spiritu promissionís San- fuís ;:,is sellados con el E spíritu

éto,

Sant ·

f ,

que era prometido,

14 Qui est pignus heredita-

14 El qual es la prenda

6

de

tis nostrae , in rect,mption&m

n~estra

herencia, para redimir el

'

·,

Christo :Cunió los Angeles , lbs

hombres,

T E RTU ttAN

'~·itib.

v . contra

Marcion.

los J udíos,

los

Gentiles , para que todos

Cap. :xrrr r.

'

juntos no formasen sino una sola Iglesia,

4

E sperasteis. Habla aquí con Jos Úe

un solo cuerpo , del qual fuese él

la

cabe-

E pheso ,

y

en ellos con todos los Gcnti-

za.

El

H ijo de D ios ámes de su Encarna-

les que recibieron la fe despues de los He..

cion aun no era nuestra cabeza ; porque

bréos.

todavía no tenia la misma naturaleza que

s

H abitando ert nosotros el Espíritu

los miembros.

Ga!at. rv.

Santo , es como

l:t

prenda o el seguro de

'- E l Santo Apóstol habla aquí del

pe~

la herencia que nos está prometida,

y

co~

qucño número de J udíos que ha.iwb:io

lla-

mo el sello o la marca que llevamos de

mados a la fe ántes que

Jo~fíes

,

y

hijos de D ios

~

esperando que el rescate

compara su vocacion a la suerte ; por

que hizo Jcsu Christo de nosotros con su

quanro en esta vocacion , del mismo mo-

Sangre

,

tendrá su cumplimiento con la

do que en la suerte , no se puede dar otra

poscsion de

l::t

gloria eterna; que sin du-

razon de que los unos sean preferidos a

da se verificará si somos fieles en conser-

los otros,

sino~~

bucrt,querer

o

beneplñ-

var este sct:o

y

seguro de nuestra adop-

.

cito

de aquel cuya voluntad gobierna ro-

d on. V éanse TunoDORETO

y

TER

TU-

das las cosas. E l CHRY.sÓsToMo. Algunos

LlANO.

conVATABLOtrasladan c!Gr.ixf.1!fo1.&1!14t"

f/1'"

6

E l

T. G r.

d.pfa./'i~'l ,

las arras,

que

somos llamados a la

h~rencia

o .mer

'

son parte del precio que se dá antes de la

te.

paga; son mas, segun S. G ERÓNYMO , que

2

T odas las cosas que pertenecen al

la

prenda. ¿Y si las arras son tan g rmz-

mysterio de la salud.

d es , qué será

l~t

pou.sionmisma?

Es.He

-

'3

Para que fuese D ios glorificado por

braísmo freqiienre

redt:mptioadquisitioni's,

la conversion de los I-Icbréos , los quales

en lugar de

P ueblo redimido

y

adquirido

lJabiendo esperado en Christo ántes que

p o1· fa 1'edencion.

La

perfeéta redencion

los Gentiles , debian llevar por todo el

no se consigue hasta que estemos libres

mundo

la

palabra de D ios

,

y

comunicar

de esra vida morral

y

corruptible,

y

en-

a las N aciones la gracia del E vangelio.

tremas a.poseer la inmort:ll

y

$ 1oriosa.