CAPITULO
IJ.
:nostram quam habemus in Chri•
tad que tenemos en Jesu Chris-
sto lesu, ut nos in servitutem
ro, para reducirnos a servidum-
recl igerent.
bre.
5 Quibus neque ad horam
5 A los quales ni una hora so-
cessimus subieétione , ut veri- la quisimos estar en sujecion ',
tas Evangelli permaneat apuv · . para que
permane7.Caentre
vaso-
vos:
tros la verdad del Evangelio • :
6 Ab iis autem qui vide-
6 Mas de aquellos que pa-
bantur esse aliquid, quales
ali~
recian ser algo • , quáles hayan
quando fuerint , nihil mea in
sido algun tiempo , nada me to-
terest. Deus • personam hom1- ca. D ios no accepta persona de
nis non accipit, mihi enim qui
hombre , a
mí
ciertamente los
videbantur esse aliquid , nihil
que parecían ser
~lgo
, nada me
contulerunt.
t
comunicaron.
7 Sed e contra cum ' idis-
7 Mas al contrario , visto •
sent quod creditu!l'l es mihi
que me había sido encomendado a
E vangelium praeputii , ' icut et
I'lfÍ
el Ev¡¡.pgelio del prepucio, ca-
Petra circumcisionis ;
"'
mo a Peil'l'o el de la circuncision;
8 Qui enim !1peratt- est Pe-
8 Porque el
s
que obró en
tro in Apostolatum; ircumci-
~edro
para el Apostolado de la
sionis, operatus eSI
t mihi in- circuncision , tambien oobró en
ter Gentes :
mí para con las Gentes :
9 Et cum cog:' ovissent gra-
9 Y como Santiago , Ce-
~
z
A
que circuncidásemos a Tiro ,
y
a que observásemos como clloi las otras
ceremonias de la Ley.
2
Para que la verdad del E vangelio
que os hemos predicado
,
se
conservase
sin alteracion
y
sin mezcla de
J
udaysmo.
3
Podian los contrarios del Apóstol
11acerlc una
objecion , diciendo :
Que los
otros Apóstoles habían sido familiares dis–
Cípulos de Jesu Christo
qua~o
él era aun
Phariséo :
y
que habian sido escogidos án..
tes que él para seguirle; por consiguiente,
que les era muy inferior de todos modos
Responde a esto : que esta raz_on como
fundada en ventajas puramente exteriores,
no tieñe la menor fuerza , puesto que
Dios para comunicar sus bienes , dones
y
gracias , no atiende a exterioridades ;
y
puede dar del _mismo modo a los que vi–
nieron los últimos , que a los primeros:
que dexando a un lado lo que fueron los
•
Apóstolc;:s , lo qual ni quiere ni le toca
a D e¡tur.x.r¡. l ob z xxrv.
19.
Sap.
r¡.
8.
Eccl.
~_x.¡:y,
16.
Ri»IZ<Itl.
JI,
ll.
edminar: lo que sabe ciertlmcntc es , que
no habia
iJo
a Jerusalcm para aprender
de aquellos que eran tenidos por los pri–
rne~c
los Apóstoles cosa ninguna nue-;
va
~Jhte.I.perfl:élo
conocimientO
del
.Evangelio , puesto que Dios le habia co–
municado a él no menor caudal de doélri¡
na y autoridad que
a
todos aquellos que
habían
vivido
y
conversado con el
Se-:
.ñor.. S.
GuRÓNYMO.
~
4
Esrc verso•vá unido con
el
V.
9·
y,
el -;. 8. se debe leer entre parénrhesis ,
y
todos ellos son prueba y confirmacion de;
Jo
que acaba de decir en lo que precede,
Lé)os , dice el Santo , de tener que repre–
hender o que corregir en mi doél:rina h¡e–
go que ''icron....
s Dios que escogi6 a Pedro ,' y di6
fuerza
y
efic:ícia a sus palabras para que
predicase el Evangelio a los Judíos , me
destin6 a mí para que le predicase a loE
Gentiles.
Ephes. v r.
9·
Coloss.
Il
¡,
25.
A fl.
Jt.
34·
¡,
Petr.·r.
' 7·