debita : cuí tribbtum, tributum:
cui veétigal , veétigal : cui ti–
morem, timoretn : cui honorerri,
honorem.
8 N emini quidquam debea–
tis , nisi ut invicem diligitis:
qui enim diligit proximum, Le–
gem implevit.
9 Nam • :' Non adulterabis:
non occides : non furaberis:
non falsum testimonium dice"s:
n on concupisces : et si quod est
aliud mandatum , in hoc ver–
bo instau ratur ' : Diliges pro–
ximum tuunl sicut teipsum.
10
D ileétio proximi rnalum
non operatur. Plenitudo ergo
L egis est diJeétio.
1
r Et hoc scientes
tem~us:
quía hora est
ia~
nos de sorn–
no surgere. Nunc enim propior
est nosrra salus , :¡_uam cum cre–
didimus.
se les debe: a quien tributo, tri–
buto : a quien pecho, pecho
1
:a
quien temor, temor: a quien hon–
ra, honra.
8 No debais nada a nadie,
sino que os ameis los unos a los
otros •: porque el que ama a su
próximo, cumpl ió la Ley.
9 Porque: No ad ulterarás:
no
matarás:
no hurtarás : no dirás
falso testimonio : no codicia ráso:
y
si hay algun otro mandamiento,
se
cornprehende suma riamente
en
esta palabra : Amarás a tu próxi–
mo como a
tí
mismo.
10
El amor del próximo no
obra mal
3 :
y
así la caridad
es
el
~rnplimiento
de la Ley.
1
r Y esto sabiendo el tiem–
po
4 :
que es ya hora de levantar–
>
nos del sueños : porque ahora
es~
tá mas cerca nuestra s..tl'!d , que
quando creímos.
t.;~~
\•Ívamos con la mayor seguridad,
y
quetra.....
b:tj.m particularmente en ponernos a
cubier~
.ro de
la
violencia e insultos de los malos.
' Impuestos o derechos de alcabala.
T odo esto ,
y
el temor reverencial , la
honra
y
el respeto son .debidos a los Prínw
ciccs por obligacion de Rclígion
y
de con–
ciC.ncia.
Y
aunque los Príncipes sean in–
justos
y
aun Idólatras
y
·Hcreges , que,
nos persigan abiertamente ,lflo puede ha–
ber motivo ni razon para negarles la hon–
ra
y
el respeto que les es debido ; porque
no
~s
su lnjusticia o
malignidad la que se
respcr.t , sino la :m[Oridad que en ellos re-
side como Ministros dc.Dios.
.
2
S!.!
cumple con todos los dcQeres ex-
teriores de caridad para con
el
pr6ximo,
quando se hace por él todo lo que se pue–
de. Mas cumplido esto, le somos aun deu–
doresde lossentimientos interioresdeamor;
y
esta es una deuda ,que subsiste siempre,
a E.<t:od.
:xr.
14.
D t"uter. v.
18.
il
L (vie.
::r1z .
18.
.A1attll.
xxrr.
39·
~aun
quando se hayan pagado rodas bs
otras-~
3
T. Gr.
Íl
<.ty<ir.~
Té;
7rA~ITio~ :at:St~t.O,
1(,.-.
f~y~er«¡
,
el amor
110
hac,• mal al pró–
ximo. E l
que ama al pr6ximo, no le hace
ningtlno de los males que prohibe la
Ley.
De
lo que concluye eficazmente , que
el
mandamiento de
la
caridad comprchcndc
y
encierra en sí todos Jos orros ;
y
que
observado este resulta una perfeéta
y
cumplida execucion de
la
Ley.
4
Y
esto
c~n
tan mayor atencjon,
quanto sabemos por experienci:t que nos
queda poco tiempo para cumplir tod::ts es–
tas obligaciones , siendo tao cono y tan
~ierro
el de nuestra vida.
s
El
tiempo del Evangelio en que de–
bemos sacudir toda pereza , puesto que nos
acercamos al término
de
nuestra carrera:
y
que por esto se acerca mas
y
mas
a
no–
sotros
la
recompensa que esperamos reci–
bir en
el
Ciclo. S.
THOMAs
L ec.
111.
Marc.
I II.
3
t.
G alat. v.
14. ·
Ja–
co*.
JI .
8.