S3
2
SAN JUAN.
4S
Ee qui videt me , videt
eum, qui misit n1e.
46 Ego Jux in mundum ve–
ni : ut omnis, qui credit in me,
in tenebris .non maneat.
47 Et si quis audierit verba
mea , et
n~n
custodierit ; ego
n<l! iudico eum : non enim ve–
ni ut iudicem rnundum, sed ut
salvificern mundurn.
48 Qui spernit me , et non
accipit verba mea, habet qui i
d icet eum • : sermo quem lo–
outus sum , ille iudicabit eum
in novissimo die.
:
(
49 Quia ego ex me ipso nou
sum Jocutus , sed qui misit me
Pater, ipse mihi mandatum de–
dit quid dicam , et quid
lo-
quar.
e
so
Et scio quía manflatum
eeius vita aeterna est. Quae ergo
<!gO
loquor, sicut dixit mihi Fa–
ter, sic loquor.
'
1
Yo que soy b luz eterna he venido
al mundo que estaba
lleno de
tiniebl~,
de errores
y
de ip:nora!J.cia
,
para alum–
brarle con la luz de m
otl:rina
y
de mi
excmplo ,
y
pa.raque vea la luz de la ver–
d:ld
el c¡uc c
reyere en mis palabras.
2
T
cxto
Griego
l(.«tr..t~
ms-dD'!f
,
y
uo
cre;•ere.
3
Porque mi ministerio en
m1
primera
11
MnrC'.
~YI.
16.
4S Y el que me vé a mí, vé
a aquel , que me envió.
46 Yo vine luz al mundo: ,pa
taque todo aquel, que en
mí
cree,
no permanezca en tinieblas •.
47. Y si alguno oyere mis pa–
labras , y no las guardáre • ; no
le juzgo yo : porque no vine pa–
ra juzgar al mundo, sino para
salv!l!'l· al mundo ' ·
· 48 Quien me desprecia ,
Y.
no
recib<!- mis palabras, tiene quien
le juzgue: la palabra que he ha–
blado , ella le juzgará en el dia
postr\,.<nero.
49 Porque yo no be hablado
de mí mismo, mas el Padre, que
me envió, él me mandó lo que
babia de decir , y Jo que babia de
hablar.
so
Y sé que su mandamiento
es la vida eterna •. Pues lo que
yo hablo, como el Padre
m~
Jo
ha dicho , así Jo hablo.
venida no ha sido para juzgar a los hom–
bres
,
sino para salvarlos. La palabra mis–
ma que ahora os anuncio
y
que dcspre–
ciais , será \'llestro fiscal
y
vuestro Juez
el
dia
·del
juicio;
porque
dará testimonio
de vuestra infidelidad
y
de vuestras pre–
varicaciones.
-+
Conduce a la vida eterna a Jos que
lo
obs~rv:m
on fidelidad.