CAPIT lJLO
I V.
463
es tu marido : en ·esto dixiste ver–
dad.
cst
tuus vir
hoc vere dixi-
stí.
19
-D icit ei mulier: Domi–
ne, video quia Propheta es tu.
20
Patres nostri in / monte
hoc adoraverunt , et ,vos díci–
tis • , quia lerosolymis est lo–
cus ubi adorare
o~et.
21
Dicit ei Iesus :1\lulier ere–
de mihi, quia venit hora,
~an
do neque in monte hoc, neque in
Ierosolymis ador.abitis Pat• m.
22
Vos • adoratis quod ne–
scitis : nos adoramus quod sci–
mus , quía
salus· ex
Iudaeis
es
t.
23 Sed venit hora , et nunc
~1
ilícitamente,
y
no segun las leyes del
matrimonio.
Miéntras que el Señor
:10
la tocó en
Jo vivo , haciéndole presente su vida
li–
.ccnciosa , estuvo como burlándoSe ; pero
convencida de su propia
conc~encja
,
y
:;,tbiendo que solo D ios que está presente
en
el
corazon del hombre , puede.cono–
cer lo que hay oculto en él , comenzó a
111irar
t~l
Señor
con 'otro respeto ,
y
con
otros sentimientos.
Y
así dcx!indo las ideas
b ax(\S
y
terrenas que hasta allí había teni–
do , pasó a proponcde un punto de Reli–
gion , en
el
que consistía
~cipalmeme
la division que había entre-Sll'!britanos
y
Judíos. Señor , le dice , nuestros padres
Abrah:un
y
J acob erigieron altares ,
y
adoraron
a
D ios en este mo'nte , señalan–
do el de Garizim
,
que estaba vecino a.
qucm.
G eues.
%.1
r.
8.
y
s.z:x1r
1.
18.
Luego nosotros no faltamos siguiendo
el
exemplo de nuestros padres ,
y
adorando
a
Dios en
d
mismo lugar
en
donde ellos
]e
adoraron. ¿Cómo pues vosotros los Ju–
díos nQs tratais de Cismáticos ,
y
decís
que tan solamente en
J
crusalcm se
le
ha
de adorar con el culto
y
ceremonias cxre–
rioréS de la Religion?
,
~luger
,
le responde el Señor , llega
y a
el
tiempo en que las
ce~monias
y
s;~.-
JJ
D euter.
ZI I.
6.
19
D íxole la muger : Señor,
veo que tú eres Propheta
'.
20
Nuestros padres en este
monte adoraron' y vosotros de–
cís , que en J erusal<Yn está el lu–
gar en donde es_menester
~Mar.
21
Díxole Jesus· :
··M'Uger,
creeme , que viene la hora en
que ni en este monte , ni en J e–
usalem adoraréis al Padre •.
22
Vosotros adorais lo que
no sabeis : nosotros adoramos lo
que sabemos ' porque la salud
'J)iene de los Judíos.
23 Mas viene la hora
3 ,
y
aho·
crificios
d~
los
Judíos
y
de los Samarita–
nos serjn igualmente abolidOs ;
y
el cul–
to del verdadero Dios no estará ceñido a
este o al otro lugar , ni a esta o a
la
otf!
N"3.cion; porque la fe de la nueva alianza
se derramará por todas partes
,
y
Dios
se~
rá
adorado por roda
Ja
redondez de
la
tierra,
y
de
una
manera mucho mas per–
feél:a
que lo ha sido hasta aquí en
J
eru~.,a:
Iem. Mas viniendo a lo que me preg•
ras , dígote que vosotros los Samaritanos
adorais lo que no conoceis ; porque ado–
rais a D ios con mil supersticiones ,
y
con–
fundiéndole con
~s
Dioses de Jas otras
N aciones : mas nosotros los 1-Iebréos ado–
ramos lo
que
conocemos ; porque damos
a
Dios el culto exterior que
ma~da
la
Ley,
y
en el lugar en que ordena que se le dé?
que es
la
Ciudad
y
el Templo de Jcrusa–
lem.
Y
por último debes saber que la sa–
lud,
esro es , el Christo Autor de la sa–
lud debe nacer de los Judíos , porque a
~los
principalmente les fué prometido.
3
Mas vief!.e el tiempo , o por mejor
decir ha llega
a
,
en que los verdade–
ros adoradores le darán un culto espiri–
tual
y
vcrdade¡;o por la fe , la esperanza
y
la
caridad; c·!..i to muy diferente
del
que
le
d:ln.
ra
1~
Judíos , que solo consis–
te en
onias exteriores
y
figurativas.
M
¡¡r, ;
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~Vl
I.
4 t ,