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~~N
LUCAS.
34
'D icens : Sine, ¿quid no-
34
D iciendo:"I.)éxanos , ¿qué
bis et tibi, Iesu N azarene ?
¿ve-
tienes tú con nosotros , J esus de
nisti pecdere nos? scio te quis
;Naza reth·? ¿ veniste a destruir–
sis, Sanétus D ei.
nos? conozco bien quien tú eres,
35
E t increpavit illum l e–
su(:, dicens : Obmutesce , et exi
ab eo. Et cum proiecisset illum
daemonium in medium, exiit ab
illo, nihilque illum nocuit.
36
Et faétus est pavor in
omnibus , et colloquebantur
~
inviccm , dicentes : ¿Quod est
hoc verbtim , quía in potestate
et virtute imperat immundis spi–
ritibus , et exeunt?
37
Et di vulgabatur fama de
illo
in omnem
locum
regio-
nis.
38
Surgens autem Jesus de
~
Sy nagoga , introivit in domum
Si monis • : Socrus autem Si mo–
nis tenebatur magnis febribus:
et rogaverunt illum pro ea.
39
Et stans super illam, im–
peravit febri : et dimisit illam.
cEt continuo surgens ministra–
bar illis.
40
Cum autem Sol occidis–
set-, omnes quLC·habebant infir–
mo~
va riis
languoribus duce–
bant illos ad eum. At ille sin–
(¿;ulis 'manus imponeos curabat
e
os.
41 Exibant ' autem daemo–
nia a multis, clamantia et dicen–
tia : Quía tu es Filius Dei: et<in-
e
1
MS.E JesuChristomaltro.'l:o! edi.1:o.
~
T. Gr.
Ti~
O
Aiyos
ohos;
P ,t!abra
en
Jng:tr de
rosa.
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3
T. Gr. O
XeA'11s,
¡
~,es\-~ .&t~,
el
Christo , el Hijo de Dios.
MARC.
1.
30.
A
Mauh.
VIII.
14.
Marc.
J .
30.
el Santo de Dios. ·
35
J esus le increpó ,
y
di–
xo ' : Enmudece , y sal de
él.
Y
el demonio derribándolo en
medio , salio de. él , y no le hi–
zJ daño algu no.
36 Y
quedaron todos llenos .
de efpanto, y se hablaban unos a
otros , diciendo: ¿Qué palabra es
esta • , porque con poder y con
vir~
manda a los espíritus in–
mundos, y salen?
37 Y
sonaba la fama de él
por todos los lugares de la Pro–
vincia.
38
Y
saliendo J esus de la Sy–
nagoga , entró en casa de Si–
mon :
·Y
la suegra de Simon
padecia récias fiebres :
y
rogá–
ronle por ella.
39 Y
estando junto a ella,
mandó a la fiebre; y la fieb re la
dexó.
Y
ella levantóse luego ,
y
los servía.
40
Y
quando el Sol se puso,
todos J,ps que tenían enfermos de
diversas enfermedades , se los
traían.
Y
él poniendo las manos
sobre cada uno de ellos, los sa-
..,naba.
'}Í
Y salian de muchos Jos
demonio!i:_, gritando y diciendo:
Que tú eres ' el H ijo de D ios :
y
Pues los Demonios no lo sabian por co–
nocimiento claro ; pero usaban de este
y
orros arrificios para descubrir lo que rece–
Jaban. Mas el Señor
loli
increpó e hizo
callar.
ft
Marq.
I .
34·