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CAPITULO XXVTII.

11

Quae cum abiissent, ec–

ce quidam de custodibus vene–

runt in Civitatem , et nuntia–

verunt Princi pibus Sacerdotum_

omnia quae faéta fuerant.

12

Et congrega

ti

cum Se–

nioribus, consilio accepto, ·pe–

oohiam copiosam dederunt mi-

litibus;

-"'

13

Dicentes: Dicite quía di–

sci puli eius noéte venerunt , et

furati sunt eum, nobis dormfen–

tibus.

14

Et si hoc auditum fue–

rit a Praeside , nos

suad.?bi–

mus ei , et securos vos facie-

ll1US.

15

At illi a·ccepta pecunia,

fecerunt sicut erant edoéti. Et

divulgatum

est verbum

istud

apud Iudaeos usque in hodier–

num diem.

r6

Undecim autem discipuli

abierunt in Galilaeam in mon–

tem , ubi constituerat illis le–

sus.

17

Et ,videntes eum adora–

verunt : quidam autem dubita–

verunt.

r8 Et accedens Iesus 4Jcutus

est eis, dicens : Data est mihi

omnis potestas in Caelo et in

terra.

r r

Y

miéntras ellas iban, al–

gunos de los guardas fueron

a

la

Ciudad, y dieron aviso a Jos Prín–

cipes de los Sacerdotes de todo lo

que había acaecido.

r

2

Y

habiéndose jun

tado con

os Ancianos , y tomado

conse.jj

,

ieron una grande suma

de dine–

' a los soldad os ,

13

Diciéndoles : Decid que

vinieron de noche sus discípulos,

y

1~

hurtaron, miéntras que noso–

tros estábamos durmiendo •.

14

Y

si llegare esto a oídos

de'. Presidente, nosotros se lo ha–

remos creer, y no tendreis que

sentir por ello.

r

5

Ellos tomaron el dinero,

y

lo

hicieron conforme a la ins–

truccion que les habían dado.

Y

esta voz que se divulgó entre los _.

Judíos, dura hasta hoy día.

r6 Y

los once discípulos

fueron a la Galilea al monte,

a donde Jesus les había man–

dado.

17

y

adoráronle

daron

3 •

quando

lo

vieron,._

: mas algunos du-

r8 Y llegan<io Jesus les ha–

bló, diciendo : Se me ha dado

toda potestad en el Cielo y · en

la tierra •.

..

~

'-

T. Gr.

~eytpl« iuc.r~ ,

bastante di–

rzero.

:3.

¿Cómo pueden estos dar testimonio

de lo que pasó , si estaban durmiendo?

Los dormidos fuisteis "esotros , dice ad–

mirablemente

S. AGUSTIN

iu Psal.

LXIIT.

1l.

1

5. enderezando su discurso a los Prín–

cipes de los Sacerdotes

y

a los Ancianos;

¡~arque

recurriendo a un artificio tan po–

co vtrisimil ,

descubristeis

v05¡~trOS

mis–

mos

la

impostur3.

3

No de su Rcsurrcccion, sino de si

Tom. l.

era verdaderamente su Señor

el

que en–

tÓI'

s se les aparccia.

•.

Por su muerte ,

y

por haber resuci–

tado rriun(·mdo de la

¡;1erre ,

le/ué dada

por su Padre toda potestad en

el

Ciclo

para csrar sentado a su derecha ,

y

para

ser reconocido He

y

de todos Jos Angeles;

y

m la tier·rn

e_ar:rfund:usu Iglesia , com–

poniéndola

~tOdas

las Naciones , reunien–

do en un solo cuerpo todos sus miembros,

y

rcynando soberanamente sobre rodas

las criaturas.

Zl