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(

-66-

pcaban cruelmente

i

Fray Martin, arrojandole cor: violenci;¡i

d e una pared

á

otra, como s1 fuera una pelot:i: , l-!1zo cuanto

pud~

para ver quien le maltrataba, y no v10 a nmguna otra

persona, mas que al Siervo de Dios

de~

modo d.icho. Ato–

londrado y d espavorido

c~n

este espectaculo, y sm saber que

haria, vió ardien·do repentinamente Ja pieza, y que las llamas

abrasaban las alazenas donde se guardaban los colchones

y

}a

ropa de los enfermos. Salió al punto de la alcoba cubier·

to con su cobertor, y viendo

á

Fray Martin empeñado en apa•

gar el fuego, le ayudó para lo

mi s~o.

.

.

.

,

Habiendose logrado el fin, m s to el Siervo de Dios a

su huesped, que se acostase, para que no le hiciese dañ.o el

desabrigo. Hizolo asi; pero antes examinó la pue rta, y v1en–

dola cerrada, no le quedó duda d e que no pudo haber salido

naturalmente por ella quien habi a maltratado al Siervo de

Dios, si hubiese sido un h o mb1·e.

Acostóse a sustado,

y no pudo recobrar el sueño por el sumo temor que jus–

tamente le sobresaltaba, ni se resolvió

á

preguntar á Fray

M artín la razon d e lo ocurrido.

A poco rato sonó

el

r elax;

y

siendo cerca d e las cuatro, encendió luz el Siervo d e Dios,

y

poniendola á la entrada d e la alcoba, se fué

a

tocar el Albi ,

pomo lo tenia d e costumb1·e.

L evantandose luego el hues–

t>ed para r egis trar la r opa de los enfermos y el lugar donde

estaba colocada; creci ó su asombro, vicndola sin te sion nin–

guna, y sin el olor que d eja el humo, d espues que alguna ropa

ó muebles. han s ido quemados por el fuego: y pnr lo tanto

quedó plenam ente persuadido á que el Demonio perseguia

y

atormentaba

a

F ray i\1artin.

En esa misma mañ ana comuni có el Siervo d e Dios

Sl;l

confesor y P adre espiri tual Fray Andres de Lison, varan

ápostólico, y de mucha r eputacion por su saber y piedad,

el

combate que habia tenido en la noche anterior con el Demonio.

L a confer.encia duró largo tiempo

á

puerta cerrada, y despues

d e conclu ida, y d e haber salido Fray Martín, d ijo Fray An-.

dres

á

varios R eligiosos.

"Este mul ato es

Sa1~to,

y por tál

ha de ser vener ad o: anoche h a combatido fu ertem ente con

el

D emonio, y lo ha vencido, como otras muchas veces." Senti–

füos_justamente 9ue este sabio y piadoso Director no hubiese

escnto una .relac10n fi el y prolija d e este suceso, como de otro;;

ti_ue se admiran en la vida de este Siervo de Dios. Sabriamós

por ella, de que modo se le presentaba el espíritu infernal; sí

c_on

figur~

corporal y horrible, ¿ si solo entendía Fray Martin

por luz ll'lÍUsa, que el D emomo estaba en su presencia para