Previous Page  73 / 208 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 73 / 208 Next Page
Page Background

-63-

'

lugar donde se recogia, le acecharon en distintas ocasiones

luego que le veian entrar, qúedando;c en la puerta:

pasad~

un rato, le buscaban en la sala,

'Y

no lo veian en ella: pqpianse

o~ra

vez á la puerta, y pasado algun 'tiempo, salia fuera Fray

Martin

á

vista de cuantos lo esperaban .

-

. '

El prodigio se hizo mas notable, porque no le impedia

el cumplimiento de sus obligaciones; pues aunque no se le ha–

llase el dia que comulgaba en ninguna parte, se hacia presente

al instante que }o deseaba algun enfermo, llevando consigo

lo qne necesitaba, sin estar prevenido de ante mano;

ó

cuando

le tocaban. la campana,

6

cuando el Prelado sin verle, tlecia

que por obediencia sele presentase, como despnes se dirá.

F"e · tambien muy eciificante .,1 culto que renclia á la

l\'ladre de Dios. R epetia su nombre con frecuencia, manifes–

tanclose en su semblante la suavidad y dulz ura que derramaba

en su corazon ese suavisi1no

no1nbre.

Jamás se

dispensó,

aunque estuviese viejo y enfermo, de subirá la torre para to–

car el Alba

á

las cuatro de la mañana, en honor de la Virgen,

corno &e acostumbraba en ese tiempo: llevaba de continu o en

el cuello y en la mano el R osa_rio, y lo rezaba varias

veces

ca–

da dia: encendia luces, colocaba flores delante de sus ima–

genes, y cuando veia alguna, la veneraba

postra~lose

en

tierra. A mas de estos afectuosos obsequios

a

la Santísima

Virgen, rezaba todas las noches el Oficio parvo con los reli–

giosos en la capilla del Dormitorio, y t•oncluiclo, se retiraba

al coro.

Cuanta seria la devocion con que practicaba Fray

M artín estos ejercicios, se puede creer por los favores que le

dispensó esa Madre de misericordia.

No

solo le habló algu–

nas

veces,

cuando reverenciaba humilde y fervorosamente sus

i1nagenes; sino tambien mandó á sus angeles en unas ocasiones,

para que tocasen el Alba po.r él, cuando estaba ausente en

Limatambo; y en otras, para que le acompañasen con hach¡¡s

encendidas, en figura ele dos

hermosi sim~~

j ovenes, luego que

se retiraba al coro, despues de haber rezado el Oficio parvo en

el dormitorio; lo que fue visto por todos los religiosos que

asistieron al Oficio par'vo, quienes alabando á Dios

y a

su

~an·

tisima !\'ladre, testificaron favor tan distinguido. Por ultm:io,

fue muy devoto ele los santos, principalmente de Sr. San José,

y

de su glorioso Patriarca Sto. Domingo; y veneró respetuosa–

mente las reliquias é imagenes ele los Santos, excitando con

6 U

ejemplo

a

que Otros las respetasen.

Con el mismo zelo

y

fer~or

cum]i!lió los d

eber.es

de la