-41~
Varias veces vistió cqn su propia ropa
a
los desnud
,
y
les'dió la grosera manta con que se cubria en sus enferr. e–
dade ; y cuando absolutamente no tenia con que socon•r
a
los indijentes, se disciplinaba,
a
fin de que Dios le proveyese
con que auxiliar1os.
Se hallaba tan necesitada una viuda con su hija, que
carecian del preci so sustento, y ni salían de su casa por fa.Ita
de ropa con que cubrirse, ni 'podian. por su calid ad y circuns–
tancias, manifestar á nadie su miseria. Reveló Dios tan ur–
jente nei:esidad á su Siervo, y acopiando este bastante dinero,
las consoló con crecida limosna.
Angustiada cierta Señora pobre
á
quien socorría Fray
Martín, por.que necesitandó·con precision seis pesos, ni te–
nia á quien pedirlos, ni como ocurrir en su conflicto al
Siervo de Dios, confiada en su extraordinaria piedad, le cla–
mó en estos términos:
"Hermano Fray Martín, tu socorro me
falta,
y
no puedo participarte
la
g rande ajlicion en 9ue me hallo! '
Repitió sus clamores por el espacio de una hora poco mas ó
rrte1~os;y
cumplido este tiempo,
~ele
presentó el Siervo de Dios,
q~fien
poniendo en sus manos los seis pesos que necesitaba,la di–
j o: qut! no se aflijiese,porque D.ios conocía las necesidades de
s'us pobres, y lás remediaba cuando les convenia.
'Admirada
la Señora 4e un suceso tan pro'digioso, lo publicó muchas ve-.
ces, par!l c[úe Dios fuese alabado, y se conociese la Santidad
de sn Siervo.
1
•
•
Se le 'l·eveló tambien en una ocasion, la mucha necesi–
ilad en que se hallaba un Sacerdote, y le socorrió enviandole
gran cantidad de dinero, con el cargo de pocas misas, para que.
no se avergonzase, si suponia que le daba el dinero de limosna.
No debe estrañarse el que un pobre D9nado de humil–
de nacimiento, repartiese tan crecidos y continuados socorros,
pues Lima en ese feliz tiempo, no solo era opulentísima, sirio
tambien piadosisima. Y así como fundaba grandes e.stableci–
mi entos de Be
licencia para los enfermos, suntuosos conven–
tos para Religi
s y Religiosas,ymaguificos templos, para que
en
el~os
se inmolase diariamente la Sagrada Vfotima en loor
d~
Dios uno
y
trino, y para impetrar su misericordia; así tam–
b1en y con el mismo fin daban los ricos limosna á los pobres
con piadosa profusion. -Y siendo tan notoria la santidad de
Fray
Mar~in,
tan ejempla r·su desprendimiento, y ta;i
a~mira
b!e su candad con todos los miserables, era depos1tano del
dmero que cada vecino destinaba para los pobres. A mas
del respeto que se
concili:aba~por
su modestia y humildad, sus
6