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.. . '. -38-

~ne

ramo de .Beneficencia pública, bajo la direcci<m del re.

e

'lendable Presbítern Dr. D. Francisco Navarrete, por ha–

be e estinguido la Inquisicion.

De este y otros modos semejantes salvó el Siervo de

Dios la vida

á

los que estaban en súbito

é

inminente peligro de

perderla.

Pero aun.admiran mas sus socoros

á

los indijentes.

Sus limosnas

á

los necesitados.

Siendo una de las ne.cesidades que mas afligen

a

las jó·

venes miserables, la de

~o

poder verificar el estado

á

que se

inclinan, es limosna muy grata

á

Dios la que

s~

hace en su

nombre para tan santo fin.

Las que son ¡Jamadas al estado

religioso suspiran sin cesar J"Or el venturoso dia, en que con–

sagrandose al-.Señor ante los cielos y la tierra, le hagan so.

lemne holocausto ds su alma y · cuerpo , de los honores

y

riquezas, y <lemas vanidades del siglo. No sufren menor

angustia las que desean·establecerse en el matrimonio; pues

debiendo reprimir sus pasiones, y tener

á

raya sus sentidos.,

temen justamente que el mundo las seduzca, y pervierta la

pureza y rectitud con que deben conservar su corazon para

santificarse en su estado, y reci

bir las ben

diciones que el

cielo derrama súbre los consortes inocent.es.

Conociendo Fray Martín el peligro .en que se hallaban

unas y otras, procuró socorrerlas,

y

suplicó

á

su amigo D.

Mateo que le 'diese ciento y ocho mil pesos, para dotar vein-·

tisiete jóvenes pobres y virt1rnsas, dandole

á

cada una cua–

tro mil pe>os, de las cuales unas fueron relijiosas, y

otr~s

se

casaron.

Fray ,Martín alcanzó sin duda de Dios que pre–

miase desde esta vida la caridad de D. Mateo, pues siendo

simple boticario; adquirió tanto caudal, que testó antes de ·

morir mas de cuatrocientos mil pesos, destinandolos tam.

bien

á

obras piadosas.

.

. ·

Con el mismo caritativo zelo aliviaba las necesidades de

los relijiosos; y en una ocasion gastó mas de seis mil pesos

en habitos, túnicas de lana

y

camisas de lino. Distribuyó

lastúnicas entre los relijioso.s, dando

á

cada uno tres, sin

exceptuar

á

los prelados, ni

á

los novicios, porque habia ob·

.servado que algunos vestían camisa de lino contra lo que

manda la constitucion. Y com<> en una ocasion reconvinie- '

se

á

un relijioso per esta falta, y él ·se escusase diciendo que

no tenia otra. corrijió en unos y previno en otros la misma.

{Q-\ta,_ proveyendolos de túnicas. Reservaba las camisas

de