ticiones animadas del Espíritu Divino, hnci1m tanta impre·
~1
n en los poderosos, que se
vei.an' dulcemente
o~li.gados
á
'parJ_ir de sus bienes
co~1
los
nece~1tados,
como
adm1111stra~o\'es -de las rentas que D10s les hab1a confiado, para que las d1s·
tribuyesen en ellos. A sí es que el Señor Virey Conde de
Chinchon le daba cien .pesos 111ensuales,
D.
Mateo Pastor pu–
so en s·us manos gran parte de su ingente caudal, y
á
propor–
cion los d mas ricos de Lima. Y como Jos Prelados le ciaban
licencia para es te ej eí'cicio de cariclacl, no solo se santificaba
mas y mas e.n
~l,
sino tambj!'n hacia entra:r en ,el
ca~i·no
de la
jüsticia
a
los ricos que le daban, y
a
lc;is pobres que ' socorria.
Siendo tan grande
y
conti1wado est.e ejercicio, q
ue al
parecer solo podrían d esempeñar muchas personas, él Jo
c.um–p)'ia perfectamente sin faltar ni un qiomento al
cu.id\ld,o
y ser–
vicio de los enfermos.
S u Caridad con los enferm,os
'
Como el mérito de cada virtud, no soló
consi~tc
en la
teiterácion ele sus actos, sino principalmente e" la intención
y
fer vor éon que se practican; solo Dios que
~endea
los corazo·
nes, avalora justamente e) mérito de las obras.
1
De uno
y
otro
mqdo es prob\lda la 1mblime cª.ridad de Fray Martin con, los
enfermos: porque si pasman sns .heroicos actos, aun mucho
ma's' los sobreiµturales portentos que Dios hizs para que todos
C.01!9ciesen que aquellos le e_ran muy gratos y aceptos.
,Nombrad?, enfermero luego que hizo su profesion, de·
se1ñpeñó exactisiinamente este cargo hasta la muerte,
y
en el
dio
pr9ebas i(lcesantes de su ard.iente .caridad. En es!' tiempo
I1Jbi~
en. el convento del Rosario trescientos Religiosos, y por
lo
t~nto
nunca' estaba desoc9pada la enfermeria. A mas de
Jo{ enfermos d el convento grancle, se c1,1raban tambien en él
los de la Hecoleccion_, titulada Santa Ma_ria
Mllg~alena,
y en
enfermei'ia separada los esclavos de las l;Iaciendas pertene–
cientes al convento, y los q1,1e servi.a.n
.~
Jos .H,ligiosos. fray
J\1ártin único enfermero, asistií\
á
_todos sirv.iéncloles con tan·
ta puntualidad y dulzura, qti!' admiraba
á
.~o.dos
los !!n.fermos.
{:~1ando
ltis curaba sus llagas, po11ia
!!mplat~os;
6
apJ..i.caba otrog
remedios, siempre lo hac,ia,pinca\ie de ,i:odiHa.s,
CO'!l
tanta hu–
m_illacion y respeto, con\.9 si cada pai::)..ept!' .{¡leae .el .mismo
J
esu-Gristo.
·
Se admiro mas su c¡
¡riclacl.en~¡
.tieqi,p_e ,de
:w~a'.grayt.
ep_ide!1lia de Saramp.ion 9ue se
.PaAAÜÓ ~eµ .~ta
c;u,sUP,;
p,~r~