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daron las acequias que Ja riegan,
y
á las chácaras vecinas. coa
tauto exceso que, anegando
y
cubriendo las aguas los caminos,
solo se veia sobi·e ellos una laguna intransitable. Eo estas ci r–
cunstancias, vló el siervo de Dios á una pobre indígena monta-
. da sob,re una bestia en medio de aquel lago, siu poder salir de
él,
y
sin atinar con el camino adond e se dirigía, recelando por
instantes que, atolláudose mas
y
mas
el caballo, cayese de él,
y
se hundiese entre las aguas. Oesu udó e al punto pies
.l'
¡iier·
nas fray Martín,
y
entrando en la laguna, sacó de ella
á
la lies–
tia tirúndola de las ri endas, hasta que puesta en seco, mostró
a
la indíge na el camino que busca ba.
. Concibió el proyecto de
~na
casa donde se recibiesen
y
ali–
mentase n los uiilos huérfa nos de uno
y
otro sexo, ó porque \u–
vo noticia de que algu nos hab ian perecid o en las ca lles, ó ríos,
bo tados por sus madres, para ocul ta r el crimen con que los ha–
bían concebido, ó para evitar el.que al gunas cometiesen ese
horrend o fili cidio. Conmnicó Slt de,eo al piadooo
y
rico don Ma–
teo Pastor, su estimado amigo,
y
le pe rsundió que fuud ase uu
.establecimiento tan ¡trato
á
Dios
y
ta n benéfi co
á
Jos iiifnntcs
desvalidos. Convino do n ,\[a teo,
y
fabri có dos casas co11tiguas,
donde se nutriese n
y
ed ucase n los nirios expósitos de a,
mbossexos. Para la subsistencia de ellos, dotacion de las nirias, 1.ue–
¡to que tuvieseu edad pa ra tomar esta do, sueldos del adminis–
trndor, capell an, )' médico, im puso grandes ca pitales, y uom–
bró patrou de c¡;tn utilísima fundn cion al inquisidor mas an ti–
guo. Interesado el virey en la bu ena administracion de las
rentas, nombró ffh1.''ordomo de la casa al 1nismo fuudad or don
Mateo; mas habiénd ose este excusa do, le obligó fray Martiu
á
que aceptase el uombramiento . Gastó en e;ta obra mas de dos–
cie11tos mil pesos, )' ell a subsiste aun como rnmo de l¡euefi ce u–
cia pública, bajo la direcciou del recomeudabl e pt·esbítcro doc–
tor don Francisco Navarrete, por hnberse extiuguido la Jnqui–
sicion.
De
~ste
y
otros modos semejantes sa lvó el sierl'o de Dios la
vida
a
lo que e tabnn cu súbito
e
inmiue11te peligro de per–
derln . Pero nua admiran mas sus oco rros á los iudigeAte .
3.
0
Sus limosnas
á
los 11ccesitados. -Sieudo
una de las necesi–
dades que mas alligen
á
las jól'enes mise rables, la de no pod er
•verificar el estado
á
que
5C
inclinnu, es limosna mu)' grata
á
•
Dios la que e hnce en su uombre para l•n santo fin. Las l]Ue
on llamadas al estarlo reli!!ioso suspiran sin cesa r por ,el
\'Cll–
turoso dia en que,
con,.;a~ründosc
al Se1ior ante
lo~
ciclos
y
la
tiel'l'a, le lrngnn solemue holocausto dcsu alma
y
cuerpo, de los
honores
y
riqueza ,
y
demas vanidades del siglo. :\o sufren me-
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