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51 -

fectorio

á

cuantos pobres llegaban: muchas veces se privó de

todo su sustento, porque uo faltase

los incllgeutes; y en nl gu–

uas, siendo muy escasa la comida con respecto al crecido núme–

ro de pobres, hizo Dios por su intercesion el milagro de an–

mcularla, \le modo que sobrase hasta para los irracional es. De–

seapdo no omilir medio alguno para aliviará us prójimos,

plantaba de cuando en cuaudo

h igu~ras

y otros nrboles fru ta–

les eu los cerros iumedia los

á

la ciud ad,

y

pregun tado por al–

gunos

ú

qué fin emprenuia este trn bajo, les contestaba : pasados

dos

O

tres al10S fr uctificará n eslas higue ras;

á

SU

tiempo los cJe–

mas úrbolc;;;

y

los .que por aquí pasasen, comerúu sus frutos

pa ra rcfresca1-.c,

.l'

no lo,; tomanin de las huertas i11m cdiat:is,

co n detrime nto de sus couciencia!<. Algui;os de cotos cerros

dista n solo de la ciudad un cuarto de legua, se

i:te11 de aman–

c.1cs

y

de otras vislosas llores

ú

la cntrnda del

Íll\

ierno,

y

en

ellos subsisten aun algunas higueras de las que pla ntó fray l:ar–

tin. Se ha trnsplanlado uua de ellas, pocos 1H1os hace. en el mo–

nasterio de Sunla Calali11a,

y

esta dando hi¡:os IJlancos

~-

mu -

dul ce .

.A

mas de estos

med i~s

ordiuarios, se l'nlia el ;ie rv de

Dios ele extraord'i 11a ri os, para acorrer

;i

coa nlos pobres i1aplora–

bau su auxili o.

Y

aunque no puede subersc el número de c;las

li111 0. nas casuales, que sin duda fu e 111 uy co 11si derablc, co11sta n

algunas poi· tleclaro cio11es auténtica ,

y

son las. i¡;uic11tes.

Dió

it

fray Hartiu un amigo libranza de cuat roei<'ulos pesos,

qnc tenia en poder de un comerciante, para que con ese di ne–

ro dotase

á

u11a . obrina que estaba para casarse.

~l as

el ier\'O

de Dios ll evó

11

la ti euda del mercu d •r mu cho viuda: v donce–

ll ns pobres. parn que en salisfaccion de la ca ntidad li bradu, a–

cu e cada una Ja ropa que necesitaba. Hír.o e así, .\' ha biendo

sobrado algunos pesos, los repnrlió

á

otros pobres in re en ar

ni un 1·cal para la sobrina. Tal l'ez parecería

á

muchos, imprn–

denta

é

injusta e ta conuucta de fra y )fartin, a:i por lue la li–

mosna ha!Jia sido desti11 ada parn dola1·

1\

la . obrina, •·omo por–

que i,iendo csla pobre, J ebia ser preferidtt

a

In· eximias. .-\

í

di ·cur1·e la polílicu humana; pero los santos son iusµi rauo;;

y

movidos por Dio.;

y

la ju ticia

y

utilidad de u opernc ioues o–

lo se conocen 1ior los efectos.

A

i

e 1•erificó en este ca·o; por–

que queriendo el c1ior manifestar cuan grato Je era el genero–

so de prendimiento de su

ierrn, inspiró

á

uu sugeto sabedor

de lo ocurrido, que diese

it

In sobrina de fray lli1rti11 cuauto

dinero necesitaba ¡ia ra realiznr · u matrimonio.

Como en

e-~

tiempo solinn

~enir

cu los buqur de Es¡mia al–

gunos jovencitos, ó fugiti1•os de sus padres,

ó

solicitando en es–

b

ciuund la protecciou

y

fortuna de que enrecian en su país,