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mente. Reservaron este suceso algunos dins los novicios; pero

despues lo descubrieron á sus compañeros, estos

ó

su maestro,

y de ·este modo se publicó en el convento.

.

.

D. Francisco Lopez Cnrabantes, tesorero mayor, tema un hi–

jo novicio .en el convento del Rosario,

y

habiéndole visitado un

mes, ó poco mas, despues de haber vestido el hábito, le declaro

lo mucho que le disgpstaba el que fuese religioso, porque el

rey, eu consideracion de sus muchos servicios, le había hecho

Ja gracia de que su hijo obtuviese el mismo empleo de tesorero,

des¡íues que falleciese. Halagado con esta noticia· el navicio,

resolvió dejar el hábito y complacerá su padre.

Pero

consi–

dera ndo que, por el ascendiente que tenia sobre él don Mateo

Pastor, su padrino de bautismo y su bi en hechor, que lo babia

educado

il

su costa; podía este frustrar d'icha resolucion, luego

que se la participase su pariente, el maestro de novicios fray

J uan Fe rnandez, convinieron padreé hijo en que nada se tras–

luciese en ese dia. Y sabiendo el uo1·icio que podía bajar

á

la

calle por uua cerca vieja del convento, previno á su padre que

Jo esperase

á

la rnedia noche en ese sitio. Mas cuando Ja comu–

nidad iba para el refectorio

á

prim11 uoche, salió de la sa la, que

llaman el Capítulo, el siervo de Dios, y acercándose al novicio

que caminaba delante por ser el menos antiguo, le dijo en voz

baja:

Este Jovencito quiere soltar el hábito, ·y defar la casa de I>.:Os,

por ser tesorero mayor: eso nú está. bueno: no

lo

haga; mejor es servir

(i

Dios, permaneciendo en su easa,

y

asegwrar en ella su salvacion:

y

e>'eanie, que si esto no hiciece por amor de Dios, lo hará por temor.

Ve–

rificóse el presagio del segundo modo; porque estando en el re–

fectorio esa misma noche, sintió un frio tan grande que, levan–

tándose de su asiento,

p~dió

permiso al

111aest.ro

parn retirarse

al noviciado. Sig_uióse al fria vi0lenta fiebre, que

110

pe_rmitió

al novicio realiznr en esa uoche el proyecto pactado con su p:i–

dre; la cual fué una terciana doble que ·molestó grnveme11te al

enfermo poco mas de un mes. Recobrad11s sus fuerzas, resalvió

fugarse del modo dicho, y le sorpr,endió la fiebre en el día des–

tinado, como la primera vez. Luego que estm·o

sa~o,

insistió

en lo mismo,

y

no se lo permitió la fi ebr¡;, que por tercera vez

le asaltó con la misma violencia. Conociendo en tonces que era

,·oluntad de Dios el que fuese religioso. profesó, dnndo grac:ias

á

Dios por tamaño beneficio, y coufirmando con su decforacion

el concepto de santidad que merecía fray

~Iartin.

Como era tan notorio su ex.traordinario mérito,

y

tambie·n la

eficacia de sus saludables consejos, llegó

á

ser el ángel de paz

que seren,¡1ba la inquietud de los áuimos

1

é

inspiraba concordia

en los enemistados. Siendo Jo mas uotable que,

á

las ''eces, se