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fado sobre la muerte del religioso,
y
la rnluntad
de
Dios de re–
sucitade. Estos motivos,
ú
otros semejantes, obl.igaron sin duda
á
los sabios
y
santos religiosos, que había en ese tiempo,
á
creer
la r.esurreceion de ese herman-0 por la oracion de fray l\lartin,
.Y
á
que estampase como indudable este prodigio el padre pro–
curador de la causa, en la exposicion que hizo
al
Papa sobre las
vii-tudes heróicas de fray l\Iartin.•
ARTIOU!LO IH.
Su
0011:
m:
l'l\OFECIA.-Este don consiste., pri'llcipalmentc, e11
el conocimiento anticipado de fos cosas futuras, segun San Gre–
gario, en subomilia primera sobre Ezequiel, .Ydel mismo pare–
cer son algunos teólogos. Sin em.bargo, muchos comprenden en
esta gracia gratis dada, no sGlo el conocimiento
y
manifesta–
cion de las cosas futuras, sino ta.mbien el de las pasadas 9 pre–
sentes, ,que, por lo oculto de ellas, ó por la distancia, no pue–
den conocerse en el tiempo y circunstancias en que se conooen
y
manifiestan, sin que Dios las revele, cuya doctrina se -com–
prueba con varios pasages de
l:a
Sagrada Eseritura. Sobre la
profecía de cosas futuras, decia Isaías en el ·cap.
41,
verso 23.,
á
los ge11tiles enemigos de Israel y .adoradores de sus ídolos:
Anunciad
lo
que ha de ser en lo venidero,
~sabremos
que vosotros sois
Dioses.
Y
en la primera epístola del A óstol San Pedro, capí–
..tulo l versos l
O
y
11,
se leen estas palá ras:
Los Pr-0fetas vatici-
11aron de la gracia quehabia
de
venir
á
vosotros.•. . anw11ciM1do los su–
frimienl os que habiOJ1i .de ser en Cristo.,
y
las glorias que les seguirían.
Acerca de cGsas anteriores, se dice en el Evangelio de san Juan, ·
capítulo 4, versos IS y
19,
haber profetizado Jesus
á
la Samari–
tana sucesos pasados:
Cinco maridos has lenido,
le dijo,
y
el que
(J,/iora
.(ienes
no es
fa
marido.
La Samaritana le contestó:
Señor,
t:eo que tú eres Profeta.
Que se extienda tambien la profecía
á
sucesos iJresentes, pero ocultos
·Ó
distantes, consta por lo que
pasó en casa de un fariseo, cuando la muger pecadora, puesta
a
los pies de Jesus, los regaba con sus lagrimas, los enjugaba
con sus cabellos, los besaba
y
ungía con ungüento; pnes, escan–
dalizado el fariseo., censuró este hecho, diciendo entre sí mis–
mo, segun se lec en el capítulo 7, de.San Lucas, verso 39:
Si
este hombre fuere. P.-ofeta, bien sabria quien
y
cuál es la muger que
le
toca, po1·que es pecadera.
Conforme
á
esta exposicion, clasifica–
ré las profecías auténticas de fray l\rartiu, priucipiando por las
que fueron de sucesos futuros.
'Ifnciendo nu dia la rasura
á
los novicios, le dijeron estos que
afeitase primero al hermano fray Cipdano, porque era el mas feo
,
1a