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tomó al descuido un canto de su capa, y aplicándolo llena de
confianza
ú
la parte adolorida, se sintió enteran;iente sana.
Atónita al experimentar esta maravilla, exclamó de este modo:
•¡Ay!
gran siervo de Dios es fray lllartin, pues solo el contac–
•to de su ropa me ha sanado. Ya estoy libre del achaque.,,
Confundióse fray lllartin al oír estas palabras, y la dijo: «Dios
«ha hecho esto señora, y el hábito de nuestro padre Santo
Do~
•mingo. Dé las gracias á Dios, pues yo soy uu mulato, y el ma–
«yor pecador del mundo. Dios sea bendito, que toma tan vil
«instrumento para consolarla, y que no pierda su,valor el há–
·bito de nuestro padre Santo Domingo, por vestirlo tan gran-
•de pecador como
Yº·"
,
Saliendo fray lllartin un dia del conventó grande, vió junto
á sí un toro bravo que estaban jugando en la plazuela, y si–
guió su e.amino sin que el bruto le tocase.
En otra ocasion, subiendo el Puente con un amigo suyo,
"Vieron que se les acercaba un toro, y asustado el compañero,
quiso subirse al pretil del puente. Impidiólo fray lllartin di–
ciéndole, que"llo tuviese cuidado, y Juego que el toro estuvo
junto
á
ellos, lo ahuyentó el siervo de Dios azotándolo con
su cinto.
Aunque todos los casos referidos no·deben calificarse de mi–
lagros de un modo incontestable, no puede dudarse de que en
ellos ha contribuido principalmente
á
la sanidad, la oracion
del siervo 'de Dios. El usq y aplicacion que ordenaba de sim–
ples ineficaces para la curacion de males graves, como Ja man–
zana asada en el flujo de sangre &a., hace creer que se valía
de esos inútiles socorros, para' que á ellos se atribuyese la cn–
racion; y como presagiaba un éxito
feliz
aun
á.
enfermos de
gravísimo peligro, sin que jamas fallase su pronóstico, es cla–
ro que Dios le revel¡¡ba la sanidad de·esos pacientes, luego que
le rogaba por ellos, y que por eso les aseguraba su restable-
cimiento.
·
3.
0
Milagros verdaderos.-Plantó
fray lllartin en Limatambo,
mas de seis mil pies de olivo, los cuales al dia siguiente de
plantados, tenian retoños y hojas, sin que ninguno se malo·
grase, los que han dado copiosísimos frutos para socorro de
la comunidad. Y como nuestros agricultores
sab.enpor expe–
riencia, que
1
cada pie de olivo no retoiia h
asta pasados tres
meses, y que sus retolios no se ensanchan en hojas, hasta el
año, es cln1·0 que fue milagroso el desarrollo eu pocas
~oras
de todos los pies plantados por fray Uartin. A mas de lo dicho,
sabemos que se malograu siempre muchos pies,
ó
por el rigor
de las estaciones, ó por la estercolacion de los pájaros, lo que