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·aqucllos en 'qtie, · bajo
cli~·erso3 '
nomhres, el
r rinci pio moral
e~ ~ons iclcrado'
como fin ultimo en teoi-ia, asi como es ta unani1r.emente reconocido como
•u–
premo eu la p1·actica.
Es posible, en la especulacion , conservar la armonia de estos principios,
a si,,.namlo
a
cada un o su dehiclo rango
y
su esfera pro pia. P e ro en la practica,
D
la iHegular variedad .de l os eventos, pasiones ,
y
ca racteres, l os es ta p erpe tun-
mente irnpelie ndo mas alla de su fin ,
y
sacando los de su territorio. 1Ylcnte•
~e1·enas
y
ep oc as tranq u ilas' tiende n acia el uno; sensib ilidad
y
entusiasmo, tur–
bulencia
y
revoludon , acia el otro. Concliciones peculia1·es de la sociedacl ma–
l:lificstan al gun as veces los escesos clel uno
y
d el otro , al 1nismo tiem po.
Asf,
}pjo la tirania de los Cesares,
la
n o bleza Romana, s egun los v a rios carac teTe1
de sus indi virluos, 6 an·ostraba la op r es ion con e n tusi a:s1no estolco, 6 huia de
ella refugianclose ea una voluptuos id a d
livianamen te sis tcmatizada ,
que to–
maba el nombre de Epicuro, aunque n:o 1·espi1·aha nada del espfritu de aquel
puro
y
amahle moralista.
En una d e las c o ntrover s ias indicatlas, brillan dos principios que han pe–
l eaclo por
1
obtener el a scendiente, d esde el tiernpo d e E'picu1·0
y
Z enon hasta
el
d e Paley
y
Kant.
e<
La conclucta de un ho·mbre es venladeramente- moral, ta'll
aolo euando ll>e'sati ende las c0nsec ue ncias feiices 6 d esgraci a das <le sus aceione5..
5.i
estas se h allan dictada por el <leb e r. ,, Por ot1·a pa .-te . "Las l eyes general •
d e la naturaleza
y
cle la sodiechd colocan eu r cclproca ar?'o nia
a
fa
felfoidad
y a
l a virtud. " La seguncla p.-oposic ion es el p1·incip io f"un<l a m ental d el sistema
de u tiliclad, segun l e explican sus par titl arios. En cuanto_ a la p r imera , Ios
me–
ralistas <le
totlas las escuelas d ebe n convenir en su v e rdad . La cuestion es , si
Li
seg uncla, como princi pio cle una teorla mo1·al, es conciliab.te con
Ia
pdmera,
corno regJa incli-sputada d e moral pracLica.
.
«
(.Las a ccion es Ilamad as mo1·ales pm· todos los hombres , concuerdan en la
caliclacl d e ser conclucentes a la general fcliciclacl?,, D e g-raciada
Ta
soci edad
•i
toclos no eonvren en en la afirmatfva
!
Una ealldacl comun se cle scubre , pues, en
todas l es a ecion es mo1·alcs-su general t!ti1itlac1 . Conforme
a
las r cglas
cOn'Ven~das <le filosofar, rxirecel'ia
innecesario buscar otro crite rio. P e ro sea que ten–
gan en eornun otras calid,1des ,
&
no, siemp.-e es ci"erto que su comun caliclacl
de util es , n o pued e se1· descuidada en ninguna ju ta teoria cTe ' mora l , sino par
el
contrario formar un p rinei pio escnclal d e ella . Avanzanclo un paso mas, e•
prec iso a d rnitir que son actos moral es- aquellos que ,
aislaclamente considerados,
repugnan al inte res d el agente. 1\'Ias es digno cle
inves ti g aci"on el
saber-" Si
hai algun a disposicion hab itual acia acc i on es vinuosas, e n manera que no sea..
conduc tivo
a
la foFicidacl clel
inuiv icluo conservarla e n grado t a l que haga
isn–
posible que el prefie r_a
un
<;1-CtO
Vicioso
pOr
SU
vcntaja pi·i.vacla?
»
-
l.'iingun Jilosofa se ha ave-utu.rado; o.wica
a
ienalar semejante disposici-OA.
Has-