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za J o la simpliddad ab oluta de esta,
y
e tán regulllda, por la
f'Ltuiduría infinitcL de Dios, el cual CODoce por medio duna in–
tuicioll simplicisima y etema todas las co a,s y no s posible qm
se presenten ID?ti vos D1¡eVOS, ni razones antes ignontda p¡;tm
-radar
ó
modificar
'11
accion,
xv.
Etc!'nidnd.
é
in.mensidad. d e
Dios .
10s Escoti t,as deti'nen la ete.rnidad de Dios
'¿¿na serie
i}~fillit(l
¡de
'i.nstantes,
ó
1,611,a
serie ele instantes q'u.c se suceden sin PTinci–
pio y
sin
fi1i'lt,
Lus Tomistas por el contrario la, tlefi non
la exís–
tencia que ca1'ece ele
p~"incipio,
qUt
es, toda s
imtll
táneame?l te,
,\'
defiendell la tlefinicion de Boccio segun el cual
]¡¡,
etomidad (':;
la posesion Rimultánea
y
perfecta de una vida intel'mion.1J1 .
(De Ooupo!. philos. (Y, prosa
VI.)
El concepto de eternidad os
una consecuencia de la inmutabilidad, así como la
ra7.0:1
do tiem–
po es consiguiente al movimiento, Eterno e lo quo DO tion'e
pyincipio ni fin; es
a SÍ
que Dios no pudo tell er principio, pue 'to
que
po
pudo recibir el ser, ni ,de sí mismo, ni de otro: tampoco
puede tener fin, porque lo que existe por necesidad absoluta no
pU€lde
d~jar
de ser: luego Dios es necesariamente eterno,
Inmenso segun su etimología es lo que no puede medirse.
I.a inmensidad di ina
ú
omnipresencia es el a,tributo en cuya vir–
tud la presencia de Dios no puede circunscribir (.: por ningun
lí–
mite,
ó
en cuya virtud Dios está. presente
á
todas la cosas que
existep, La il1mensidad de Dios, en cuanto incluye su pl'eROIl–
cia¡ actual en las cosas existontes, se llama
ubiqu,idad
y
onmip1'('–
sencia:
esta omnipreseJ;lcia divina se entienc1e de la prC;lsencia
dtl
conocimiento
y
de
operacion,
y de la presencia de la
elivina sustan–
cia.
San Pablo bablando de la inmensidad sustancial de Dios lIi c :
"No
está léjos de cada uno de no otros; porque en él mi. mo vivj–
mos y no movernos y somos" (Act.
XVII.
28),
Lo filó 'ofos escogitaron varios si. temas para conciliar la
inmensi<1'l,d sustancial de Dios con la simplicidad de su natUl'a- ,
leza. 10s Tomistas admiten en Dlo una
extens¿on vÍ?'tl-tal
en
cuya virt ud Dios aunque simplicísimo equiTale
á
las co 'as r 'a,l–
mente distintas
y
puesta~
en diversos lugares. Lo. E cotista, pl'e–
tenden que en Dios hay cierta e. tension incol'pórea, propia do
los spíri tus, que qui eren sea el lugar
ó
espacio 'en que ' recio
ben los cuerpos; de modo que segun ellos parece r¡ue el éspaciu
no es otra COSa que la, inmen idad Hvina, Ninguno de dicbos
si temas resuelve la dificultad : sin embargo ténga e presente c:ste