,...
(i--
otro:
y
como de este otro se puede decir lo mi 'mo, re ulla llu
al
fin
hem.o de llegar
á
un
l'
que no tenga la razon ue u exi:·
t encia en otro, sino
en
si mismo, y que por consiguiente 'ea n .
ce ario, Un el' necesario, cau sa del mundo, e Dios; luego Dios
exi te.
VII.
Arg'umcllto ontológ'ieo.
I
a,n Anselmo, De '('artes
y
Leibnitl. presentaron el famo:o al'·
gumento con que se prueba la existencia de Dio", ateni énuu:-;e a
ht .'ola i<lea. lle un el' infinit amente perfecto . Hélo aquí: Dio,'
(>1;
lo mas perfecto que se puede pensar: lo mejur que ,'e puede pen·
..a l' no e'tiL en el
solo
entendimiento. pues eu tal caso e pollrÍtt
ppnsar uoa co' a lDas perfecta, e to es, la lju e es.istiefie en la rea·
liclall. A,
í
resultaria pensad,t una cOsa que
1:0
t iene mejor,
r
que'al mismo tiempo lo tiene; e, to es impo iole. TJuego lo ma '
p erfecto que. e puede pensar existe en el entendi llliento
y
en
la realidad, En otros térmi nos: lo que e,
tá
contenido en la i
ll'¡
de un objeto debe afirmarse de él; mus
la,
xistencia está (;on tt'·
niela en la idea uel ente necesario: luego se debe afirm<.r: lupgn
exLte l ente lJ ece ' ario. El \7alor
y
legitimidad de esta LIemos·
tracion son problemáticos p¡'\.l'a muchos LiJósofus; por(]ue nllestm
',oncepcion no e la meuida, ni la uu a ele la es.iMl' Dcia real d ..
objeto concebido; otro tienen el argumento ontológiro por un
80ft.
ma, pol'quepa a elel órd en ideal (l,l real, sin embargo
11 ,)
puel1e negarse (]ue este argumento homa, , obremanc l'a la ('om
1rension metafí , lca de
I
an An , elmo que lo inYentó,
)7
que
\lO C:
po, ible elevarse
á
emejaute ra ',locinio sin po, eel' profundos co·
nocimientos iL1eológicos
y
ontológicos.
VIII.
Otras pruebas (le la e:xi. te-ncia
tIc
:mos.
:Nadie ignora que hay alguna verdade cornuDe::;:\ todos los
lJombre , como las aritméticas, geom ' tri as, metaf1siea,
y
11.10·
ral '. Las idea ab olutas, la iueade lo nece, ario, tlc
10
eterno,
de 1 ) infinito, etc., e tán en tOllu:
lo~
entelluimientos
y
no vi t'·
nen de
l~
conciencia, ni ele los entidos, ni eliwallan de algllll
homb re en particular, porque e ' evidonto que no
ba)7
ninguno
ncee'at'io para que la Yerdad s a verdad. Nu solo bay en el en·
tendimiento humano ideas absolutas, ino tawuien
princ il>io~