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Se llaman
teigtas
bs que reconocen la existeneia de Dios
y
deistas
los que admitiendo la existencia de Dios, rechazan au laz–
meute cua.lquiera re.ligion revelada, "obreuatl1l'al Los
ateos
nie.–
gan la, existeucÜ1 de Dios,
y
la posibilidad eje demostrarla.
A leo
signifiea
sin
D 'bOS:
se deriva de
á
sin,
y
theos
Dios.
In.
Dml1ostra bmd.alll
de la
existencia
d.e
Dio .
Lns
pru.ebas.dela existencia de Dios sue,len distribuirse n
ca, mQlógieas, abtropológicas y ontológicas,
esto.es, en pruebas
'quc se tomAn ó del mundo físico,
ó
del conocimiento del hombre,
6 üe las esenciRJs metatlsicas de las cosas, La demostra 'Jon
Ú
p l'i01'¿
consiste en delJlo'trar el efecto por la causa, ó la exis–
tencia, esencia
ó
atributos üe una cosa, tomando por medio pa–
ra la l1 emostracion la causa real de l:;t cosa,
y
así no basta tomar
por medio la causa de conocer aquella cosa. En la deI,llo tra.–
cion
á
posteriori
la causa so demuestra, por su efecto. AyUi
sOLO
admite una demostracion imperfecta
y
de certeza moral para la
exi ~te.l1cia.
de Dios, Ja.cobi,
y
hasta cierto punto el P. Gratl',)'
y
úelU,u3
sentimenta,listas
eousi!leran la nocíon de Dios como
el
re.
ultado !le una
especi ~
de instinto ó sentimiento
divino
ma,
hien que como el efecto de un procec1imiente racional
y
cientíti–
co, Los tradiclollR,1istas rígidos afirman que éste conocimiento es
üebldo
á.
una revelacion divina
y
primitiva que llega basta nos–
otros por conducto dellengnaje, sin que sea posible ,\ la ntzon
humana individual y abandonada
á
sus propias fuerzas, demo -
t rar rigurosamente la existencia de Dios. Kant afirma que la
razon humana se halla encerrada dentro de la realidad sensible
y
fenomenal,
siri poder llegar
á
la posesion de los
no~~men~,
ni de–
plOstrar la realidad objetiva de los conceptos de la razon ptll'a.
Desm1rtes sigue la hipótesis de la idea infinita de Dios, Los ou–
tologist,as admiten la intuicion primitiva
é
inmediata de Dio '.
Dadas estas nociones, afirmamos que ' es posible demo::;trHl'
á
ppsterior.i
la existencia de Dios, porque
1?
existen realmente
efectos
de~la
causa cuya existencia se trata de demostra.I'; 2
Q
por–
que estos efectos tienen conenon necesaria con la causa que por
ellos se intenta demostrar;
3':'
porque la realidad de los efecto/:;
se conoce evidentemente por la razono Así,no podemos dmla.l'
que existimos,
y
que existen fuera de nosotr?s efectos reale ,
contingentes
y
finitos, que suponen necesariamente una causa.
l'1'i¡¡¿e~'a
de los mismos, y siendo la primera, es necesaria, supe–
rior é independiente. 'Para disipar la objecion de los que dicen,