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ral, como ser animal ó dotado de sensibilidad, y como ser ra–
cional.
Toda ley necesita ser afirmada por medio 'de una sanoion cor–
respondiente
á
su naturaleza. La sancion es la determinacion
ó
constitucion de premio para los que cumplen la ley, y de casti–
go para los que la quebrantan, hecha
poi
el legislador. La ley
natural encierra una doble sancion¡ una parcial
é
inadecuada, que
es la paz de conciencia en los buenos,
y
el remo rdimiento en los
malos¡ otra perfecta
y
adecuada que es la
1)000
ion de Dio por
parte de los buenos,
y
por parte de lo malo la pérdida y separa–
cion eterna de Diqs, último
:fin
del hombre
y
de la ley.
Entre lo principales atributos de la ley natural, cuéntanse:
10
('1'
universal:
2~
ser conocida por
í
misma ó inmediatamente:
3° :,;e l' necesaria, ó sea r eferirse
á
cosas buenas ó malas intrínse–
camente.
XVIII.
Unidad
é
inmutabilidad
de la ley natlu·al.
La ley natural contiene un principio absolutamente primariO
y
fundamental con respecto
á
lo dema, y es: /lSe d be obrar el
bien yab tenerse de obrar mal: '
b01nt?n
estfaciend~,m,
et
malwn'/,
est vitanclU1n.
Puede enunciar e el
il1'!:12.erativo categÓ'rico
en e ta
fórmula:
obm el bien;
y
evita el mal.
Este precepto contiene la
fórmul a ma general del deber,
ó
la ultima razon uficiente que
pocl mo ' . cüalal'
á
la obligacion moral. Si alguno pregunta por
qué debomo honrar
á.
lo p;,1dre,
y
no robar, e puede re ponder
imuetliat<1UJ nte qu d bemos obTa.l' lo bueno y evitar lo malo;
pero
' j
e pide h¡, razon de esto, no se puede s ñalar ma razon
, que la
l.l:1.i
ma e'7idencia d la co a. Este precepto en ierra lo
cara tére que uo] n xigir e al fecto:
es obligator'io sicmJ]Te, es
wti¡;el'
alE
imo
irr du tibIe.
Kant expre a el imperati o categóri o en e ta fórmula:
/lOb'ra de tal man@l'a que la ley de la voluntad pueda ervir de
nOl'ma
g neml para obrar:" pero deb n rechazar e como inexac–
ta e ta
y
toda la dema fórmula del imperativo categórico,
qu no oin idan n u ignificacion
i~ediata
non la que hemos
eüaln
10.
o abe ignorancia n el hombre acerca de los primeros pre–
cepto~
ti
la ley natural: en 6rden
á
lo pre ptos
secwnclcwios,
tampoco abe io'uol'aneia,inven ible, g lleralmente hablando, pe·
ro
..,i
11 eirá
t
n
l'
lugar n ca o e cepcionale : pero puede ha–
ber ignoranoia in,encíole acerca de los preceptos apellidados
ter-