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-1 82-
T,a::; vir tn(les natul'aoles
cOll~i ellen
con las mOl'ale illfusas en
(;ua¡Q~o
á
la.sutUllcia, 'pero no
con vien ~])
por
parte del
orígcn,
ni
t ampvco por parto del
\~i1lor
meritorio: el orígeu'de la virtud mu–
nü
J1H,tl1l'a.l, e1) la repeticioll\de actos bueno!;, en la, ipfl1dl es la
~
cciou de Dio : ht virtud aüquil'ida,"es una cualidad natural,
ell
p.t–
, o t}lle la. i nfusa pel'teuece al ónlen sobl'enatlual.
XIV.
l ,a, cieucb fi losóiica
y
racional, ,cufl ndo no se hal la informaüa
por el o6píritl de opo icion sistemática
ú
la idea cristiana" 1'eeo-
110Cé doalQuua manera la n:ecesidad
y
e-xistencia de la gra.eia, con·
'ii derada
COlDO
un auxilio especial eleDios, pues aun prescinClien–
'<lo de la revelacion,
la
razon
J
la experiencia sumini tran pruebas
<'í
posterio'J'i
de su necesidad
~~
eXIstencia.
S~
fijamos nue t ra,íÍs–
Ta
en el interi or de
nue8.tmconciencia; si segui mos con atentamí–
l'<1c1n.
la
serie de fenómenos morales que en su fondo e r8nlizan
dqrante el curso de nuestra vid<1¡
i observamos ' las traljl forma–
ciones tan prof'nu¡]a¡; como iDespemda::; que la voluntad 'esperimen–
t n reeODoceremos eu todos estos fe
llómep.ospsicológi90s, indi–
cios ,nas ó menos evident e, de L1)1a fu el.'za superiór que impresio–
lHt,
transforma, domillil
y
dirige
á
la -{roluntad en sus múltiples ma–
nifestaciones morales. La energía prodigiosa
que
on ocasrones
des]Jlega la \rol
L1Dt~tcl,
an oll anLlo todos los obstfl'culos, venciendo
las ;dific ultades que se Í)resoutan eu el cumplimi ento del deber,
e n nmt pa.labra, b s grandes tl'ansformaciones morales que se ob–
sen;au ell a19unDs hombres no
pue.~ell
esplica,rse por la fuerza, sola ·
de la. í olunta.d.
,
, Porfuna part.e la. inteli g'e;1cia aspira sin ce. a.l'
á
la; po"esion
. 'l Jleua,
(le
la. í énla.c1, la razon humau4l>,
~l'ra(liaciol1
':l
destello admi–
l'abl e de la razoq
(JÍlina,
se levanta.
á
alturas illconmensurable ,
} por otm, esta misma
ra~on
humana. rodeada de sombra.s
y
ti–
l11e1las t ropi eza
(Í,
cn,da paso,
':l
con pasmosa facilidad cae en lo
el'l'ores mas "groseros y en los estra.víos mas lamentables en t odos
lo, ramos de la cienci a..
La experienci a nos J;evela que
hli
voluntad es un conjunto
ll11ste¡-joso ele grandeza de miseri a, una Slnteses -estl'aña de fucr–
~m
y de tlaqLle7.a moral, y se necesita de un .auxilio divino, para
" rehabilitar la naturaleza. illcUnada al mal, reparar
y
yigorizar sus
fperza~
momles debilitadas por el pecado , La dbct1'Ína t eológica
~"tCCt'ca
de la necesidad üe la gmcia para obrar el bien, así como
los dogmas 1'elatiros
{t
esta
y
al
neca.do6riginal, se hallan en ar-