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I ,

-191-

La.

elei~ac ion

y

c1esinteré del motivo racionalista son mas

ap,tl'ente~

cIue reales,

y

vienen tí parar en la

egolatr~a

ó culto e1,e1

yo,

~

0Quvwrten en un verdadero egoismo, en. una verdadera

<111

tropo lat,ría..

In.

Pl'hH.~ipale§

deberes del hom.iu.e pal'a 43onsigo luismo.

Las obligaciones del hombre para consigo mismo, se hallan

concontmdas en e."te deber fundamental:

CónsM·vat·

y

petfeccio–

?1Ct,'

7a especie hu'mana jttntamente con las fuerzas, ?"(3cibidas de

D~.

'

~l

deber Je amarse

,1,

í

mismo, segun el órden de

la

recta ra–

zon, el detrnb8jal'

pa.ra

po eer 18S cosas necesarias, ya para la

couserntciou ele la vida proJ..!ia

y

de sus allegados,

ya,

para el bien–

e:t;ír correspondiente

á

su posicion social; pero siempre con su–

uOl'l1iU1Lcion <11 destino

Dnal'

delcomb1'e, que constituye su per–

feccion uprema, su bien raeional, su felicidad ' absoluta,.

El (leber de tomar

~l

alimento necesario par8, la conse1'vacion

do

la ,'iun, (lc 'onS61'va1' el cuerpo

y

sus miembros,

y

de repeler

lo

qu~

pUl'l1o C8US8.r la muerte.

El

de.l.wl

'

ele elegir aquel estado que se halle en 1'elaoion oon

taos

cireull¡o;taucias peouli8.res del individuo)

ó

aquel tenor de vida

que no ceda en perjuicio de otros, ni sea contrario al órden

moral.

El d ber de pe1'feocionarse como ser racional cultivando

y

de ""rrollando las faoultades de conocimiento,

y

especialmente la

razon, luz ue la vida intelectual

y

guia de la moral. Deben ad–

quirirse 8r¡uello . conocimi.ento , tanto especulativos como práo–

ticos que can

necesario~

para de empeñar oonvenientemente los

oficio

'l

cargo, que posea el indiüdno: tambien debe perfecoio ..

llCl;r e en,el ()rdan moral pnwtica,ndo las virtudes correspondien–

te' á su estado, pues la Yirtl1d es la que oonstituye la perfeccion

m mI (lel hombr ,

á

la, cual deben subordmarse los demas debe–

re, )

y,t

porque esta es la pel'foccion principal del hombre, ya por–

quo e:'

~u

coudi.cion necesaria,

y

el medio propio para llegar á la

perf'cc ion

,Upl'llllll1

en la po esion de Dios. Tambien debe mo–

dcl'<1t' la. Tlu ' iones de la parte en.?itiva, regulauJo us

mO~'imien­

to por mCllio le la raz n

r

de 18, voluntad,

ú

fin de que sus ma–

nifc , taeioncs no se hall

11

en contraJiccion con el bien

v

con la,

irLlHlc" morales. Tale

i';OU

lo deber s elel bombre reÚrvos al

pntendLuicnto,

ú

In yoluntatl

y

¡t

la seusi.l i1idad.