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IV.
~l
sUicidio
y
el
(hielo.
El suicidio se úpone
á
la l'ecta razon
y
á
la ley natural, por
que el que se mata
á
sí mismo viqla los dereohos de Dios, obra
contra la inolinaoion natmal y su p1'0¡;¡io bien, y falta oontra la
sooiedad. Dioe Santo Tomas; "La vida es un don oonoedido por
Dios al hombre y sujeto
á
la potestad deol q1:1e quita y .dá la vida.
De aquí es que el q' se priva de la vida, peoa 0011tl"a
Dio~ ,
así como
el que mata al esclavo peoa oontra el dueño
ill
·éste." Lbs oasos '.
de suioidio son rarísimos en los hombres de 00l1Gl.u0tA. vercladera–
merme oristiana, ó entre los oatólioos cuya condúdia moral e, té
en armonía con la creencia relil§iosa, pues saben
qU.e
el su icidio
oonduce
á.
males eternos, por librarse de
ma~es
temporales y re–
lativamente insignifioantes. Una de las oausas principales ael
suicidio es 'la oarencia de ideas y creencias religiosas, segun lo
comprueba la experiencia y
la
gstadístioa criminal éie los pueblos.
Debreyne dice: "Reina esta enfermedad particularmente el1 los
pueblos donde la
fé
y las convicciones religiosas son oasi nulas,
y
110
~jercen
pOI' consiguiente en la poblacion sino poquisima
~ll
fiuencia. La experiencia tiene prGbado que en todas las naoio–
nes el suicidio es mas frecuente,
á
pl'op@pdon que disminuye el
sentimiento r eligioso. Observad lo sucedido en Inglaterra, tier- ,
ra clásica del suicidio, descl.e que el catolicismo ha sido de ella.
de.sterrado/"
Duelo es el combate peligroso de muecte, mutilaoion ó daño
grave, r.ealizado entre partioulasl'es por propia voluntad
ó
autol'i–
Iilad. La iglesia se ha opuesto el1 todos tiempos á esta práotica
/
tan criminal oomo estúpida de los duelos ó qesafios particulares,
fulminllindo severísimas penas contra los autores y fautores . Por
10
r~gular
el duelo se provooa y aoepta para o(mserval' el honor,
.como sí. el honor oonsistiera en matar
á
otro ó ser muerto por él,
Ó
CQl1lo.sidependiera de la suerte de tirar antes ·6 'cilespues, ó de
Ja ,mayor
·d~streza
en maneja;r las a,rmas: á veces -se pr-0vooan es–
tos
Q.1il.e:1QS
po@r injurias levísimas, y quizá imaginarias.
El ,d:tlOOg repugna
á
la razon, se opone
á
la ley ifiatuml, en–
vuelve la malicia del suioidio, esponiéndose el duelista
á
perder
la. \vida sin 'causa legitima que lo autorioe, viola el dominio de
Dios sobre la vida y los miembros del hombre, se expone
á
00-
meter un homieidio ó inferir grave daño al prójimo. El duelo