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ENTRETENIMfENTOS
antiguas. Solon pudo ser
bue1~0
en aque–
lla ocasion; pero segun Jos tiempos, va–
rían las costumbres. Una política fria, y sin
discurso, solo es propia para entorpecer los
Ciudadanos. En fin, no dexan de inquie–
tarme Filipo, y su Macedonia. Es indecen–
te que no le
0
hayamos contenido en su deber.
Se sonri6 Phocion
á
estas palabras : yo
'~tuve
tentado viva111ente de corregir un
presuntuoso, que excitaba nuestro despre–
cio, creyendo n1erecer nuestra ad1niracion.
No obstante callé , y continu6 Aristias su
discurso , exponiéndonos por n1enor sus re–
flexiones. Todo
foé
censurado en la Repú–
blica , y tal es la enormidad de nuestros
desvaríos , que tenia suficiente razon para
criticarlos ; pero nada iguala
á
la locura de
Jos remedios, que propuso. Se alababa de
sus descubrimientos : condenó repetidan1en..
te ( r) la Ley, que prohibe perorar en la
plaza pública, antes de la edad de 50 años:
nos
(1)
Esta Ley era de Solon, y
de~:igradaba
mucho
.:i
los
jóvenes
de
Alhenas •
que
llenos
de orgullo
,.despucs
de ha·
ber freqüentado las escuelas sofisticas , no dudaban que es–
tari:t. mas bien gobernad2
la
República
,
si
se les permitiese
subir á
h
Cátedra
pa.rasus ac
ostumbrnd:i.s:irengas ,
y po–
nerse :í la frente de t0dos los asuntos. Regularmente no
era
muy obsen·ada
est:i
Ley
en
tiempo
de Phocion , por–
que segun la obsen•acion de Mr. I' Abbé de I' Olivé[ sobre
l:i primera Philípica, no tenia mas que
30
años Demóstenes
quando dixo esta areng:i. Quiz:í estaría exceptuaao este Ora–
dor de
la
regla general por sus grandes talentos: pero es
mas vcrosimil que esto fuese un al;rnso seguido del descré–
dito en que babian
caido~
las
;antiguas Leyes.