DE PHOCION.
9
hallan todas las facultades de nuestra alma
muy entorpecidas , y aun el menor' es–
fuerzo nos fatiga. ¿Por qué medio , ó con
qué arte volverémos
á
hallar nuestro valor,
y
nuestras fuerzas?
Iba ·Phocion
á
responderme , quan–
do fuimos inrerrumpidos por ºAristias. Es
este un ¡oven , que aunque criado virtuo–
samente , habian empezado ya los sofístic
á
dafiar su corazon. Se presentó con el des·
garro de un preocupado, que cree poseer
en sí grandes verdades , y que sostenien–
do opiniones atrevidas, se complace ele
haber dado con su socorro la mayor fuer–
za
á
las mas groseras preocupaciones. Ven–
go
á
suplicaros vuestra amistad , dixo
á
Phocion , aceroándosele:
la
que no me po–
deis negar, supuesto que es por
el
bien
de la patria.
Comienzo , continuó diciendo
,
á
de....
xarme de esta ociosa Filosofia, que única–
camente enseña unas verdades estériles ,
y
tambien ingeniosos desvaríos sobre la for–
macion del Universo , la naturaleza de los
Dioses ,
y
la alma racional ; pues pronta–
mente se sabe
á
lo que se dirige todo es–
to. Los hombres estan criados para vivir
en sociedad : está en sus manos el prepa–
rarse la mayor dicha : debe "Ocuparles el
estudio de Ja Política. ¿Y quién me¡or que
vos,