DE PHOCION.
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vena1s levantar la voz de tiranía,
y
llevar
su.s quejas á toda la Grecia ,
y
Macedonia.
Entonces Fi lipo, con
el
pretexto de prote–
ger una parte de nuestros Ciudadanos,
y
de
hacernos dichosos
1
se
n1eteria
en la A rica.
Sus tributarios ,esus amigos ,
y
los enemigos
de la virtud, le abrirfan nuestras puertas,
y
él no falta ría
á
favorecer
el
partido de la in·
justicia ,
y
malas costumbres , para hacerse
necesario,
y
echar los fundamentos de su
dominio en Athenas.
'
Débiles,
y
viciados por el interior,
y
an1enazados exteriormente , debemos hacer–
nos una Política conveniente
á
nuestra Na–
cion. Esta es tal, c1ue un remed io activo
causaria necesarian1ente nuestra pérdida. Es
1nencste.r otro tiempo,
y
otras circunstan–
cias para corregirnos ;
y
suplico
á
los Dioses,
que las proporcionen: las dispondrán, Aris··
tias : esta lvlacedonia , que nos
atcn1oriza,
solo se mantiene sobre una basa fragil , es–
perando que entre en la obscuridad , de que
Filipo la ha sacado: no cuidemos mas que
de la conservacion nuestra. Contentén1onos
con no perecer :
á
lo
n1cnos
tengamos,
á
la
falta de otras virtudes, la modestia,
y
la
prudencia.
¡
Quanto temo la elevada elo-–
qücnci~t
de Dt::n1óstcnes
!
Si por nuestra des–
gracia nos sacase de nuestra inaccion ,
y
nos
llevase
de un
instante de embriaguez ,
ó
de
M3
in·