DE PHOCION.
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felices, y desgraciados. Lo pasado es ima–
gen ,
ó
prediccion de lo venidero. Contad
las virtudes ,
y
vicios de un Pueblo como
Júpiter, que segun Jos Poetas ha pesado
en su balanza de oro
el
destino de las Re·
públicas,
y
de
iti~
Imperios , y sabreis Jos
bienes,
y
los males que debeis esperar.
No sereis un, buen Ciudadano, queri–
do Aristias , si desde ahora no os preparais
p ara ser un día un excelente Magistrado.
Jamas aspireis
á
un empleo , de que antes
no hayais adqu irido los conocimientos ne–
cesarios para 'desempeñarle bien. No hay
tiempo de aprenderle quando es menester
executarle;
y
si se executa sin estar instrui–
do, no se tiene otra guia que la, práctica,
que se dexa arrastrar del curso de los su–
ce os.
¿
Quereis cumplir con gloria vuestra
Magistr,tt ura? Procurad conocer las obliga–
ciones de todos los Magistrados , que con
vos parten la administracion de la R epú–
blica. El que no conoce mas que una rama
del Gobierno, le administrará mal. No ten–
gais con ellos mas que un mismo interés;
y no pidais jamas por soberbia , que sacri–
fiquen los empleos de que están encar<>a–
dos al que se os ha confiado. En fin ,
que~i
do Aristi<ts , conserv.1d preciosan1ente vues–
tra reputacion. No blsta que el Magistra–
do sea hombre de bien: es menester que
su